Y eso era lo que Kyou veÃa y escuchaba dentro de sus pensamientos... el amor... y ella lo estaba concediendo directamente a él. Su respiración siseó mientras él inhalaba, mirándola intensamente, su mirada oscurecida por el deseo.
"Ella quiere venir a mÃ, asà que déjala." Kyou miró a Suki y Shinbe desapasionadamente. El tono de su voz fue suficiente para hacerles saber que estaban pisando hielo fino mientras movÃa su mirada y miraba a la sacerdotisa mirándolo con adoración. Ella le alcanzó con los brazos extendidos, haciéndole señas para que la buscara. En su mente, donde sólo Kyou podÃa oÃrla, susurró su nombre con nostalgia.
Suki y Shinbe entraron en acción antes de que el señor guardián pudiera hacerlo. Ambos agarraron un brazo y lo bajaron de nuevo a su lado. Kyoko se volvió y miró a los dos... todavÃa con amor en su expresión como el hechizo exigÃa.
Kyou frunció el entrecejo, entrecerrando los ojos. "¿Bajo qué clase de hechizo esta?" -preguntó con voz severa.
Shinbe lo miró fijamente. "Un Tenshi la besó justo antes de que le destruyéramos." SabÃa que esto era todo lo que tenÃa que decir, porque Kyou tenÃa más conocimiento que todos ellos combinados cuando se trataba de demonios y hechizos.
Los labios de Kyou sostenÃan un susurro de una sonrisa en ellos, ahora comprendiendo. "Deja que se vaya", le ordenó con un tono mortal mientras bajaba más cerca de ella Kyoko observó su acercamiento dándole a Kyou una sonrisa amorosa que habrÃa derretido el corazón de los más demonÃacos demonios.
Suki y Shinbe dejaron caer las manos de Kyoko y dieron un paso atrás sabiendo que no podÃan oponerse a él. Era demasiado poderoso. Observaron con horror cuando deslizó su mano detrás de Kyoko y apretó su cuerpo contra el suyo, levantándola en el aire para que flotara allÃ.
Por un instante, registró la fuerza dura del muslo que separaba sus piernas, sintiendo el calor de su piel a través de su ropa de seda. Kyoko envolvió sus brazos alrededor de él, presionando su cuerpo aún más cerca, amando la sensación de su poderosa pierna entre la suya.
Kyou observó cómo sus labios se separaban mientras ella se apretaba contra él. HabÃa otra manera de describir el hechizo de los demonios, como estaba seguro de que Shinbe sabÃa. El hechizo la habÃa enviado al fuego. Ãl la presionó para oÃr su suspiro en respuesta y sintió una sacudida de relámpago hirviendo en su sección media mientras él la miraba sorprendido. Nadie lo habÃa afectado nunca de esta manera... nadie más lo hubiera podido. Nunca lo permitirÃa.
Ãl tocó su rostro enrojecido mientras ella se tensaba contra él buscando más. SabÃa que no sabÃa lo que estaba haciendo, porque él era consciente del hechizo bajo el que estaba y su inocencia. Inocente o no, su pasión serÃa una fuerza propia una vez que fue puesto en libertad.
Kyou sabÃa que recordarÃa todo lo que ocurrió una vez que el hechizo se desgaste asà que él presionó el muslo contra ella, dando la presión que estaba buscando. Ãl le machacó los labios con los suyos en un beso exigente y hambriento. Ãl la pondrÃa en fuego con necesidad... necesidad que llevarÃa más allá del hechizo.
Sintió que su pequeña mano se deslizaba en su pelo y sus dedos lo aferraban. Las sensaciones que estaba causando le hacÃan casi perder el control mientras devoraba su boca y se balanceaba contra ella... haciéndole saber el ritmo que un dÃa le mostrarÃa. Luchando por el control, se recordó a sà mismo que no la tomarÃa asÃ. No cuando el hechizo estaba interfiriendo.
Los otros casi saltaron de su piel cuando Toya se estrelló fuera del bosque y aterrizó justo debajo de Kyou y Kyoko. Sus ojos estaban ahora enrojecidos de ira mientras veÃa a Kyou apasionadamente besar a la chica a la que amaba más que a la vida misma. Y él deseaba vehementemente matarlo.
Kyou, deja que Kyoko se vaya. Toya gruñó sintiendo que su sangre demonÃaca palpitaba peligrosamente cerca de la superficie. "¡Ahora!"
Kyou rompió el beso y su mirada dorada tomó a Toya con poca simpatÃa. "Ustedes son los que dejaron que esto le sucediera a ella... ¿no es asÃ?" Se volvió hacia la chica, sus ojos lo miraban con nostalgia y sus labios se besaban a fondo. No era el momento ni el lugar. PodÃa sentir que el hechizo ya empezaba a desgastarse y sabÃa que ahora era seguro dejarla con los demás.
Kyoko frunció el ceño ante las emociones ilegibles reflejadas en sus ojos dorados. Levantó una mano para tocar suavemente sus labios, recordando el beso. Se pasó los labios por la punta de los dedos y luego le susurró la respiración caliente en su oÃdo haciendo que se estremeciera. "Pronto Kyoko, terminaremos lo que hemos empezado, estaré dentro de ti".
La dejó allà de pie, observándolo mientras brillaba hacia atrás y luego desapareció. Kyoko sintió que alguien se acercaba detrás de ella y la empujaba contra ellos. Volviendo la cabeza para mirar hacia arriba, vio que era Toya. Ãl la estaba sosteniendo posesivamente y ella se recargó contra él todavÃa observando el cielo donde Kyou se habÃa desvanecido.
"Kyou," Ella respiró con ilusión. Ella sintió el cuerpo de Toya tenso contra el suyo y cerró sus ojos en la confusión. Le dolÃa el pecho. Poniendo su mano sobre su corazón, se sintió cayendo y recibió el alivio del dolor mientras su mundo se volvÃa negro.
Toya sintió que Kyoko se relajaba contra él, pero todavÃa la aferraba a ella, no le gustaba lo que acababa de presenciar. Luego se fundió en sus brazos. Ãl la atrapó, recogiendo su estilo nupcial, él la llevó de vuelta con los demás.
Su voz ronca se sacudió de emoción mientras él la entregaba a Shinbe, que a su vez la acostó sobre una manta que Kamui habÃa extendido para ella.
Shinbe se volvió para ver que Toya ahora tenÃa la espalda vuelta hacia ellos. Fue algo humillante ver a su hermano mostrar su verdadero corazón por primera vez.
Toya suspiró con una sensación de hundimiento en la boca de su estómago. "Shinbe, ¿recordará algo?" Se volvió a mirar a Shinbe por encima del hombro y luego se estremeció al ver que su hermano asintió indeciso.
Shinbe estaba bien consciente de que no era lo que Toya querÃa oÃr, pero tenÃa que estar preparado para la verdad. "Todo, ella recordará todo." Se sentÃa mal por Toya cuando vio los hombros de su hermano caer en la derrota.
"¿Qué vas a hacer?", Preguntó Shinbe, sabiendo que Kyoko no iba a estar contenta con nada de esto, realmente no querrÃa estar en los zapatos de Toya cuando Kyoko se diera cuenta de lo que habÃa casi sucedido.- Shinbe tocó su suave mejilla, Secretamente preguntándose cómo serÃa besarla de esa manera... Sus ojos de amatista se suavizaron... Incluso él estaba secretamente enamorado de ella... pero tristemente, no estaba destinado a serlo.
Toya no tenÃa idea de lo que iba a hacer, pero ocultar no era uno de ellos. Se sentó al lado de Kyoko, dándole a Shinbe una mirada de advertencia que le hizo retirar rápidamente su mano que se escapaba de su mejilla. Ya era bastante malo que ya se sintiera como saltar de su piel, sentado allÃ... esperando a que despertara. Sus dedos se movieron, "Shinbe, ¿cuándo se despierta?"
Shinbe arqueó una ceja mientras se acercaba para sentarse entre Suki y Kamui. "¿Por qué no la despiertas ahora? Eso es todo lo que necesitas."