«Lo sé, lo sé. Me haréis pedazos.»
«Bravo. Estaba seguro de que eras un tipo listo.»
El procedimiento de copia duró sólo unos segundos. El friqui, después de haber sacado la memoria USB del ordenador, se la ofreció al tipo corpulento que se la cogió rápidamente de las manos. A continuación, después de haber cogido también el extraño objeto y haber metido ambos en el bolsillo derecho de los pantalones, dijo a su compañero «Vamos, quizás nuestros sueños están a punto de cumplirse.»
HabÃan llegado casi al umbral de la puerta cuando el joven exclamó «¿No os estáis olvidando de algo?»
«¿De qué hablas?» preguntó el tipo alto y delgado.
«El resto de mi dinero.»
«¿Dinero?» replicó el gordito. «Da gracias al cielo que no te hayamos retorcido el cuello» y dió un portazo al salir.
Constelación de Tauro â Planeta Kerion
A casi sesenta y cinco años luz de la tierra, la gigante roja denominada Aldebarán ilumina débilmente un árido planeta conocido con el nombre de Kerion. Su superficie, hoy caracterizada por áridos desiertos, resecos paisajes rocosos, profundas gargantas secas y lisas mesetas, no habÃa sido siempre asÃ. El planeta comenzó su lento declive aproximadamente diez mil años antes cuando, por motivos todavÃa desconocidos, el fluÃdo metálico que constituÃa el núcleo empezó lentamente, pero de manera inexorable, a reducir la velocidad de rotación, provocando la progresiva reducción de su campo magnético.
Actualmente, la atmósfera de Kerion, compuesta tiempo atrás principalmente de nitrógeno y de aproximadamente un veinte por ciento de metano, ya casi no existe. Los dañinos rayos provenientes de su estrella, no pudiendo ser frenados ya por el poderoso campo magnético, la han disuelto gradualmente hasta reducirla a un 0,1 por ciento de su cantidad inicial. Mares de hidrocarburo lÃquido ocupaban casi la mitad del planeta. Lagos de metano e innumerables extensiones de helada agua salpicaban las zonas emergidas y la vida prosperaba exhuberante.el castástrofico evento sin embargo, parecÃa haber marcado el destino de Kerion. Sus habitantes, durane milenios, han intentado encontrar una solución para reavivar el núcleo sin haberlo conseguido jamás. Justo desde el inicio del declive probaron, incluso, a aventurarse en arriesgados y largos viajes interestelares buscando un planeta similar al suyo donde poder trasladarse, pero ninguna de esas misiones tuvo éxito.
Llegados casi al término de sus recursos naturales ya se habÃan resignado a la invevitable extinción cuando una de las mentes más brillantes del planeta propuso lo que la mayor parte de la población creyó que era una auténtica locura: liberarse de todo aquello que podrÃa "morir". El keriano inició una serie de experimentos que, en el transcurso de unos pocos decenios, lo llevaron a extraer de los cuerpos materiales de sus semejantes aquello que nosotros podemos definir como "alma", liberándola de esta manera del vÃnculo que se creÃa, hasta este momento, indisoluble del cuerpo fÃsico. La esencia de algunos voluntarios fue separada de la materia viva y fue implantada en nuevas estructuras, completamente mecánicas. Aquello que nació fue una nueva especie, basada completamente sobre cuerpos cibernéticos pero dotados de una inteligencia propia y de aquella esencia cósmica llamada alma o, simplemente, vida.
La separación de todas las almas de todos los habitantes fue completada en unos pocos años pero, debido a la escasez de materiales adecuados para la fabricación de nuevos cuerpos cibernéticos, el traslado se estaba llevando con mucha lentitud. Se decidió, entonces, proceder a la conservación de las "esencias" en envoltorios ovoides especiales destinados a este fin, de manera que se preservasen de la destrucción hasta que su nuevo exoesqueleto no fuese fabricado.
Los primeros nuevos seres creados, ahora ya practicamente inmortales, comenzaron una nueva epopeya de exploraciones del cosmos a la búsqueda, esta vez, de planetas que pudiesen proporcionarles las necesarias materias primas para la finalización del proyecto. De estos fueron identificados diez, incluso a distancia de años luz de su planeta natal, en los que fueron construidos auténticos laboratorios donde los recursos de los planetas podÃan ser extraÃdos y utilizados in situ para la realización de los nuevos cuerpos. Fudamentalmente era la presencia de helio-3 el que, mediante un complejo sistema de fusión nuclear, garantizarÃa a la estructura de cada uno de los kerianos una fuente prácticamente inagotable de energÃa. Para alcanzar aquellos planetas tan lejanos se crearon auténticos portales interestelares, a través de los cuales los contenedores con las almas de los habitantes y los aparatos necesarios eran transferidos a los laboratorios de ensamblaje. La realización de cada uno de los cuerpos, la instalación de cada una de las almas y su completa activación requerÃa cada vez un procedimiento muy largo pero, para ellos, ahora ya el tiempo no era un problema.
«Hemos recibido un extraño mensaje de la instalación λ anunció el keriano encargado de las transmisiones.
«¿Cuál es el mensaje?» replicó su superior, que respondÃa al nombre de Supervisor RTY y cuya conformación fÃsica recordaba mucho a una especie de araña de patas larguÃsimas y cuerpo macizo.
«Se ha interrumpido de manera extraña antes de completarse. Esto es todo lo que nos ha llegado» y transmitió en subluz4 el fragmento de la comunicación.
Laboratorio atacado. Enviamos de vuelta...
«¿Qué cosa envian? ¿Atacado por quién?»
«No hay nada más. Desde ese momento las comunicaciones con Πse han interrumpido.»
«Intentemos reestablecerlas los más pronto posible y entender qué ha sucedido» ordenó RTY. «Hay más de diez millones de almas en ese laboratorio a la espera de ser trasladadas.»
«Lo sé muy bien» dijo el encargado de las transmisiones. «Pero, por el momento, lo único que recibo es la señal del contenedor (|) que está recorriendo el túnel de intercomunicación.»
«Quizás sea eso lo que nos están enviando de vuelta.»
«Pronto lo descubriremos. Estará aquà dentro de trescientos veinte cens.»
Tell-el-Mukayyar â La energÃa de las pirámides
«Aquà están, están bajando» dijo Petri indicando las tres naves espaciales que estaban rápidamente acercándose al campo de excavación.
«Disposición estándar» ordenó Azakis, en su comunicador portátil, a los pilotos de las naves.
Los dos alienÃgenas, junto con Jack y Elisa, quedaron en silencio mientras observaban las naves espaciales que completaban las rápidas y precisas maniobras de aterrizaje.
«Deberemos activar un campo de fuerza en cúpula para recrear una atmósfera más adecuada a nuestro sistema respiratorio» sugirió Petri.
«Estoy de acuerdo» replicó Azakis. «Ya estoy aburrido de ponerme estos malditos artilugios» e indicó los dos tubos del respirador que tenÃa enfilados en las narices.
«Hay demasiado oxÃgeno aquà para nosotros. Quizás habrÃa sido mejor organizar nuestra base de emergencia en alta montaña.»