Alex sacude la cabeza.
Pero ¿se puede saber quién eres tú? ¿La Wikiquote con patas? Nos estás acribillando con tus citas
Pietro compone una expresión solemne.
Claro, me he trabajado mucho el tema para dejar asombradas a mis dulces presas: adoran las citas, ¿qué te crees? Ésta, por ejemplo, la uso cuando alguien me ataca, escucha: «Inmediatamente después del creador de una buena frase viene, por orden de importancia, el primero que la cita», Ralph Waldo Emerson.
Alex vuelve a sacudir la cabeza.
Eres un caso perdido. De todos modos, no estoy ni estaré nunca de acuerdo contigo. Mis padres están casados y siempre han sido felices.
Son la excepción que confirma la regla.
También los de Niki.
Demasiado pronto para estar seguros: son de nuestra edad Y nosotros, como ves -señala con los ojos a Enrico, procurando que éste no lo vea-, estamos empezando a caer
En ese preciso momento suena el móvil de Alex.
Es Niki -Abre el teléfono-. ¡Cariño! ¿No tenías el móvil descargado?
Alex mira ufano a Pietro y le hace un gesto obsceno.
Sí, pero he visto que el cargador de Olly me servía ¡Estamos en su casa! ¿Habéis acabado de jugar?
Esto -Alex se levanta del sofá y se dirige al dormitorio.
Pietro lo mira y suspira.
Creo que él también tiene algún problema que otro -dice dirigiéndose a los demás.
Apenas queda fuera del alcance de sus amigos, Alex prosigue la conversación con Niki.
Sí, lo hemos dejado porque uno de nosotros se ha hecho daño
¿En serio? ¿Quién?
No, no lo conoces, uno del equipo Ah, y después hemos venido a casa de Enrico porque él no ha jugado
Ah, ¿no está bien?
Peor
¿Qué quieres decir?
Su mujer lo ha dejado.
Ah. -Niki enmudece.
¿Niki?
¿Sí?
Por desgracia, puede suceder.
Oh, claro, sí, uno hace una promesa ante Dios y le gustaría que todo fuese sobre ruedas En cambio
Alex está a la expectativa, siente curiosidad.
¿En cambio?
Nada Que no somos capaces de hacer realidad un sueño.
Sí, Niki, pero no te lo tomes a mal.
No, lo que ocurre es que lo siento. Veo la incapacidad de las personas para llegar hasta el fondo de las cosas.
Quizá ambos lo desean, pero después algo cambia
Espero que no.
Yo también -Su voz se anima a continuación-. De todas formas, nosotros no hemos hecho ninguna promesa, ¿no? No. Bueno, vuelvo con mis amigas.
Vale, hablamos más tarde.
Alex mira el teléfono cerrado y se queda estupefacto por un instante. Esa frase «No hemos hecho ninguna promesa.» ¿A qué ha venido? ¿Por qué lo habrá dicho? Además, lo ha dicho con voz alegre. ¿Qué habrá querido decir? ¿Menos mal que no hemos prometido nada? Siente que el estómago se le encoge ligeramente. Bah. A continuación se mete de nuevo el móvil en el bolsillo y vuelve al salón.
¿Todo bien? -pregunta Pietro risueño y particularmente curioso.
Sí, genial.
Enrico lo mira boquiabierto.
Os agradezco el interés y el afecto que me habéis demostrado. Siempre he sabido que podía contar con vosotros.
Pietro gesticula con las manos de manera exagerada.
Sí, vale, ahora intentarás hacernos creer que esto te ha sucedido de la noche a la mañana, cuando todo estaba bien Ella no estaba contenta, se lamentaba, no estaba satisfecha.
Enrico lo mira perplejo. Alex y Flavio también.
Perdona, pero ¿tú que sabes?
Bueno -Pietro mira a su alrededor sintiendo que lo han pillado ligeramente desprevenido-, algunas cosas se deducen Se leía en su cara, claro que para darse cuenta se requiere cierta sensibilidad y eso es algo de lo que no carezco, desde luego. Y ahora me perdonaréis, pero tengo que ir a follarme a esa mujer que está sola en casa. -Mira el reloj-. Sí Sus hijos estarán durmiendo y él le habrá hecho ya la consabida llamadita tranquilizadora. Adiós, chicos, hablamos mañana.
Y sale dando un portazo a sus espaldas.
No le falta sensibilidad, ¿eh? ¡Un pedazo de animal, eso es lo que es!
Bueno -Flavio se encoge de hombros-, sea como sea, tiene razón: vive de maravilla, todo le importa un comino y se divierte como si tuviese dieciocho años.
Alex parece sorprendido.
Me resulta extraño que pienses así ¡Olvidas que tiene una esposa y dos hijos! Si decides tenerlos, debes optar automáticamente por otro tipo de vida, no puedes ser tan irresponsable
En ese mismo momento Enrico coge una fotografía de la mesita. En ella aparece Camilla con Ingrid recién nacida en brazos.
¿Y qué me dices de esta foto? ¿Qué es? ¿Un fotomontaje? ¡Una madre con una hija! -Arroja con rabia la fotografía contra la pared y ésta se rompe en mil pedazos.
Calma, Enrico. -Alex intenta tranquilizarlo-. Conozco a una que tuvo un hijo y después lo dejó aquí, en Roma, con su padre, porque deseaba probar una nueva vida y cogió un avión con rumbo a América Otra abandonó también al marido y se marchó a vivir a Londres, otra hizo lo mismo y ahora trabaja en París
Entiendo En ese caso, el hecho de que Camilla nos haya dejado a Ingrid y a mí para irse sólo una semana de vacaciones con otro a las Maldivas es casi normal, ¿no?
Quizá cambie de idea.
Quizá vuelva.
Sí, quizá, quizá Lo único que sé es que tengo que buscar a una nueva canguro.
¿Y Dora?
No sé por qué, pero nos la había recomendado el abogado Beretti
¿Y eso qué tiene que ver?
Pues que, por solidaridad, ella también se ha marchado
Flavio está desconcertado.
Pero ¿solidaridad con quién? Da la impresión de que aquí están todos locos
El caso es que he puesto un anuncio, ¡tengo que entrevistar también a varias canguros!
¿Qué es esto?, ¿«Factor X»?
Sí, ¡ojalá!
¡Bueno, siempre puedes comprobar quién le canta mejor las canciones de cuna!
Afortunados vosotros, que siempre tenéis ganas de bromear
Enrico se arroja de nuevo sobre el sofá con las piernas abiertas y echa la cabeza hacia atrás. Flavio y Alex lo observan. A continuación, sus miradas se cruzan. Flavio se encoge de hombros. La verdad es que es muy difícil saber qué decirle a un amigo que sufre por amor. Está inmerso en su dolor, se siente acribillado por mil preguntas inútiles, y lo único que puedes hacer es brindarle tus respuestas personales, relativas, que en el fondo nada tienen que ver con su vida. Alex se sienta junto a él.
Sólo quería que vieras el lado bueno.
Es que no hay un lado bueno
¿Sabes lo que decía Friedrich Christoph Oetinger? «Que Dios me conceda serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo cambiar, y sabiduría para distinguir unas de otras.»
Pareces Pietro con todas esas citas para justificar sus ansias de sexo
Con una única diferencia: ésta es útil y sólo sirve para hacerte reflexionar sobre la situación en que te encuentras.
Pero ¿quién era ese Friedrich Cris Tinger? Nunca he oído ese nombre
Friedrich Christoph Oetinger, un padre espiritual.
Entiendo. Gracias por el consejo, Alex, ¡pero en pocas palabras, me estás diciendo que debo meterme a cura!
Bueno, esa frase se cita también en la película El jardín de la alegría, en la que personas de todas las edades fuman porros sin parar En resumen, que en este mundo hay innumerables cosas; el único problema es el uso que hacemos de ellas.
Enrico sonríe.
¿Sabes? A veces las palabras me encantan Pero después me detengo y pienso: caramba, cuánto echo de menos a Camilla. Y entonces todos los pensamientos pierden su valor, incluso todas esas bonitas frases de ese padre espiritual tuyo A mí sólo me viene a la mente una de Vasco: «El dolor de tripa lo tengo yo, no tú.»
Alex esboza una sonrisa. Es cierto, el dolor pertenece a quien lo experimenta y no hay palabra que baste para explicarlo o para hacer que el que sufre se sienta mejor. No puedo por menos que darle la razón.
Doce
Olly nota que Niki está rara.
Eh, ¿qué pasa?
¿Por qué lo dices?
Tienes una cara
No, nada. Enrico se ha separado de su esposa.
Erica está preparando un batido para todas: fresas, plátanos, melocotones y leche. Apaga la batidora. Se queda pensativa por un instante.
¿Cuál es Enrico? Ah, sí No me gusta
¡Erica!
Escuchad, chicas, estoy pasando un momento un poco así
¡Hace años que estás pasando un momento un poco así!
Pero ¿qué dices? Empecé a salir con el tal Stefano, creía que era escritor y, en cambio, trabajaba tan sólo como lector para una editorial
Entiendo, pero ¿qué era más importante? ¿Su trabajo o cómo te hacía sentir y lo que representaba para ti?
No lo sé, ¡en cierta manera me sentí estafada!
¡Pero si te montaste una película tú sola con ese ordenador que habías encontrado, y pretendías que el que estaba al otro lado era tu príncipe azul!
Pero ¿qué dices? ¡Si ni siquiera era un lector de novelas rosas!
En cualquier caso, después del lector saliste con Sergio, el pintor, con Giancarlo, el médico, y con Francesco, el jugador ¿Cómo es posible que con ninguno de ellos te haya ido bien y que no te hayan durado más de un mes?
Erica resopla. Enciende de nuevo la batidora. Acto seguido, alza la voz para que sus amigas puedan oírla por encima del estruendo que causa el aparato.
Vale. Estaba experimentando. ¿Qué tiene de malo eso? Debéis reconocer que una sola historia no basta para entender lo que es el amor. Además, si es Olly quien lo hace, no hay problema, pero si, en cambio, soy yo
¿Y yo qué tengo que ver con eso? -Olly salta sobre el sofá, agarra un cojín y se lo lanza a Erica gritando-: ¡Además, a mí me duran más de unas cuantas horas! ¡Venga, dinos de quién se trata! ¡¿Es Osvaldo el domador?! ¡¿O Saverio el conductor?!
Niki sonríe.
¡No, es Saverio el batidor! ¿Quieres apagar de una vez esa cosa?
Muy bien, tomadme el pelo si queréis. Se llama Giovanni y es dentista.
Bueno, al menos puede sernos útil
A mí me parece que, en el fondo, sigues enamorada de Giò.
Pero ¿qué dices?
Siempre dices: «Pero ¿qué dices?» -Olly imita a Erica con voz de falsete-. Pero, en mi opinión -le guiña un ojo-, ¡en el fondo sabes que estoy diciendo la verdad!
Estoy de acuerdo. Nunca has conseguido superar el hecho de que el chico de «A tres metros sobre el cielo», tu primera historia importante, no resistiese el paso del tiempo Resígnate, es natural: una crece, cambia
De hecho, querida Olly, tengo la impresión de que tú creces demasiado de prisa. Tu Mauro, el fontanero, apenas te duró tres semanas.
Incompatibilidad cultural.
Ya. Y ahora estás con Giampi, te mueres de celos y os pasáis la vida riñendo.
Incompatibilidad de caracteres.
Me parece que lo que ocurre es que tú eres incompatible y punto.
Pero ¿qué dices? ¡Esta vez te digo que funciona! He cambiado: antes tenía un novio cada semana, ahora llevo seis meses saliendo con Giampi. Erica siempre había estado con Giò y ahora cambia una vez cada semana.
Cada dos
¡Pues vaya! -Diletta sonríe-. Antes de que me traigáis mala suerte, ¿puedo contaros cuál es mi situación? Mi relación es serena y tranquila, va viento en popa, por buen camino
¡Siempre que no resbales!
¡Ay, ya habló la gafe!
Perdona, pero todas nos hemos acostado al menos con otro hombre, además del que tenemos ahora. Puede que incluso con más
Erica se encoge de hombros.
Vamos, no nos andemos ahora con sutilezas
El primero con el que salino la tenía precisamente sutil
¡Olly! ¡No seas ordinaria! -Las cosas como son.
Niki sacude la cabeza.
Bueno, yo hablaba en serio. Veamos, explícame una cosa, Diletta: tú ahora estás con Filippo, pero ¿piensas seguir toda la vida con él? Sólo con él Quiero decir, ¿no piensas probar cómo es el sexo con otros hombres?
Diletta se encoge de hombros.
Mi madre hizo eso mismo con mi padre
Olly asiente.
Ahora lo entiendo: ¡se trata de una enfermedad hereditaria!
Diletta no está de acuerdo.
¡O una cualidad transmisible! ¿Por qué lo consideras algo negativo?
Porque no se puede amar de una manera absoluta sin comparar. Erica lo ha dicho antes. ¡Es pura filosofía!
Sí, filosofía del mercado. -Diletta se sienta en el sofá-. Sea como sea, es demasiado pronto para saberlo; quizá todas cambiaremos en los próximos años.
Erica llega con una bandeja y cuatro vasos grandes de batido.
Aquí está, para que os dulcifiquéis un poco, víboras. ¡En cualquier caso, no estáis teniendo en justa consideración a Niki mientras habláis! Ella es todo un fenómeno, un milagro italiano Bueno, exceptuando la fuga a la isla de la que ha regresado, Alex no ha vuelto con Elena, y no sólo eso ¡Él y Niki siguen juntos!
Ése es uno de los casos en los que una mujer debería tener huevos
¿Por qué? -¡Para tocárselos y ahuyentar la mala suerte!
Las tres se echan a reír mientras Erica bebe su batido.
Yo, que los observo desde fuera, los veo como una pareja feliz, mejor dicho, archifeliz, igual que todas ésas en las que existe cierta diferencia de edad como Melanie Griffith y Antonio Banderas, Joan Collins y Percy Gibson, Demi Moore y Ashton Kutcher, Gwyneth Paltrow y Chris Martin Tengo que reconocer que duran mucho ¡Incluso se han casado!
¡A propósito! -Olly, Diletta y Erica miran en ese momento a Niki, muertas de curiosidad.
A propósito, ¿qué?
No, digo A propósito, ¿ha salido el tema?
Niki la mira por un instante.
¡¿Qué queréis saber?!
¡Si es pronto para que riñamos entre nosotras para ver quién hará de testigo!