Федерико Моччиа - Tres Metros Sobre El Cielo стр 28.

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Giovanni Ambrosini se lleva las manos a la cara llenándolas de sangre. Step lo agarra por la camisa y rompiéndosela lo lanza fuera de esa casa sucia de amor ilegal.

Lo golpea muchas veces en la cabeza. El muchacho trata de huir. Comienza a bajar las escaleras. Step es rápidamente detrás. Con una patada precisa lo empuja con fuerza, haciéndolo caer. Giovanni Ambrosini rueda bajando las escaleras. Apenas se para, Step es encima de el. Lo llena de paradas en la espalda, las piernas, mientras el se aguanta al pasamanos tratando de bajar, de huir. Lo esta masacrando. Step comienza a agarrarlo por los cabellos, tratando de hacer que se soltara, pero mientras su mano se llena de cabellos, Giovanni Ambrosini se mantiene ahí, pegado a esas barras de hierro, gritando aterrorizado. Las puertas de los otros apartamentos se abren. Step agarra a patadas sus manos que comienzan a sangrar. Pero Giovanni Ambrosini no se despega, se mantiene ahí pegado, sabe que es su única salvación. Entonces Step lo hace. Lleva hacia atrás la pierna y con toda la fuerza le golpea la cabeza desde atrás. Una patada violenta y exacta. La cara de Ambrosini se estampa contra el pasamano. Con un sonido sordo. Todos los dos pómulos se golpean, lacerándose. La sangre salpica. Los huesos de la boca se rompen. Un diente cae sonando lejos en el mármol. El pasamano comienza a vibrar y ese sonido de hierro se aleja bajando por las escaleras junto al último grito de Ambrosini. Step escapa, bajando corriendo, pasando veloz entre terribles caras de inquilinos curiosos, tropezando con cuerpos flácidos que intentan inútilmente detenerlo. Vaga por la ciudad. No regresa a su casa esa noche. Va a dormir donde Pollo. El amigo no le hace preguntas. Por suerte su padre salio esa noche, así que pueden dividir la cama. Pollo siente a Step agitarse mientras duerme, sufrir en un sueño. Pero la mañana después hace como si nada, aun si uno de las dos almohadas esta mojada de lágrimas.

Desayunan sonriendo, hablando más o menos, dividiéndose un cigarrillo. Después Step va a la escuela y en la interrogación de química logra conseguir un seis. Pero desde ese día su vida cambio. Nadie nunca supo porque, pero nunca fue igual.

Algo malo se metió dentro de el. Una bestia, un terrible animal hizo su casa adentro de su corazón, listo a salir afuera en cualquier momento, a golpear, con rabia, con maldad, hijo del sufrimiento y de un amor destruido. Desde entonces la vida en la casa no fue posible. Silencios y miradas incomodas. No más sonrisas, ni con la persona que más había amado. Después el proceso. La condena. Su madre que no testimonio a su favor. Su padre que lo regaño. Su hermano que nunca entendió. Y nadie que nunca supiera que pasó entre ellos dos. Guardianes forzados de ese terrible secreto. El mismo año sus padres se separaron. Step se fue a vivir con Paolo. El primer día que entra en esa nueva casa mira fuera de la ventana de su cuarto. Solo hay un prado tranquilo. Comienza a arreglar su ropa. Agarra de la maleta algunas camisas y las apoya en el fondo del armario. Después agarra un suéter. Mientras la saca afuera se le abre entre las manos. Por un momento le pareciera que su madre estuviera ahí. Le recuerda de cuando se la presto, de aquel día que corrieron juntos por avenidas con árboles. Cuando el estaba tan cerca de ella. Y ahora esta en esa casa, tan lejos de ella, en todos los sentidos.

Aprieta duro el suéter entre sus manos y se la lleva a la cara. Siente su perfume, comienza a llorar. Después, tontamente, se pregunta si aquel día hubiera sido mejor decirle que se había puesto mucho perfume.

De nuevo ahora, de noche.

La moto corre tranquila sobre las orillas. Pequeñas ondas se regresan lentas. Van y vienen, respiro regular del mar profundo y oscuro que los observa de lejos. La luna alta en el cielo ilumina todo. La playa se pierde lejana entre las manchas más oscuras del monte. Step apaga los faros. Envueltos en la oscuridad, comienzan a correr así, sobre ese suave suelo mojado. Llegan a la mitad de la playa Feniglia y se detienen. Caminan cerca, solos, envueltos por esa paz. Babi va a la orilla. Pequeñas ondas de playa se rompen antes de bañar sus All Star azules. Una onda más caprichosa de las otras trata de alcanzarla. Babi echa para atrás veloz huyéndole. Termina contra Step. Sus brazos fuertes la acogen segura. Ella no se aleja. En esa luz nocturna aparece su sonrisa. Sus ojos azules llenos de amor lo miran divertidos. El se le avecina y lentamente, abrazándola, la besa. Labios suaves y calidos, frescos y salados, acariciados por el viento del mar. Step le pasa una mano entre los cabellos. Se los lleva atrás descubriéndole la cara. La mejilla pintada de plateado, pequeño espejo de la luna arriba, se une a una sonrisa. Otro beso. Nubes lentas pasean en el cielo azul de la noche. Ahora Step y Babi están echados sobre la arena fresca, abrazados. Las manos sucias de pequeños granitos de arena se buscan divertidas.

Otro beso. Ahora Babi se pone encima alzándose sobre los dos brazos. Lo mira, el esta debajo de ella. Esos ojos ahora tranquilos la miran. Su piel parece color ébano, lisa y delicada. Sus cabellos cortos no tienen miedo de ensuciarse. Parece pertenecer a esa playa echado ahí, con los brazos estirados, dueños también de ella, tomándola en un beso mas largo y fuerte. La abraza teniéndola cerca, respirando su sabor suave. Y ella se deja llevar, tomada por esa fuerza, y en ese momento se da cuenta que no había besado a ninguno de verdad.

Ahora esta sentado detrás de ella, la tiene abrazada entre sus piernas. El, sólido espaldar, interrumpe cada tanto sus pensamientos con un beso en el cuello.

Que piensas?

Babi se voltea hacia el viéndolo con la esquina de los ojos.

Sabia que me lo preguntarías. Regresa a apoyar la cabeza en su pecho. Ves esa casa allá arriba en las rocas? Step mira esa dirección que indica su mano. Antes de perderse lejos se detienen sobre ese pequeño índice y le parece estupendo eso también. Sonríe, único dueño de sus pensamientos.

Si, la veo.

Es mi sueño! Cuanto me gustaría vivir en esa casa. Piensa como debe ser la vista desde allá. Una ventana al mar. Una sala donde estar abrazados mirando el atardecer.

Step la aprieta de nuevo. Babi se mantiene un momento aun mirando lejos soñadora. El se le acerca poniendo su mejilla contra la suya. Ella, divertida y caprichosa trata de alejarlo, sonriéndole a la luna, fingiendo de querer escaparse. Step le agarra la cara entre las manos y ella, pálida perla, sonríe prisionera de esa concha humana.

Quieres bañarte?

Bromeas, con este frío? Y no tengo el traje.

Anda, no hace frío y un pececito como tu no necesita traje de baño.

Babi hace una mueca de rabia y lo empuja hacia atrás con las dos manos.

A propósito, le contaste a Pollo la historia de la otra noche, verdad?

Step se alza y trata de abrazarla.

Que, bromeas?

Y como Pallina lo sabe? Se lo dijo Pollo!

Te lo juro que no le dije nada. Quizás debí hablar en mis sueños

Hablar en tus sueños, si seguro ya te dije que no creo en tus juramentos.

De verdad, cada tanto hablo mientras estoy dormido y después te darás cuenta tu misma.

Step va hacia la moto mirando atrás divertido.

Me daré cuenta? Estas bromeando verdad?

Babi lo alcanza un poco preocupada.

Step ríe. Su frase alcanzo el resultado esperado.

Porque, esta noche no dormiremos juntos? Si faltan pocas horas para que amanezca.

Babi mira preocupada el reloj.

Las dos y media. Diablos, si regresan mis padres antes que yo estoy muerta. Rápido, debo regresar a casa.

Entonces no duermes en mi casa?

Estas locos? Quizás no has entendido que sucederá si no llego. Y de paso, alguna vez has visto a un pececito que duerme con alguno?

Step prende la moto, tiene presionado el freno delantero y acelera. La moto obediente en medio de sus piernas gira sobre su misma y se para frente a ella. Babi se monta detrás. Step mete la primera. Dulcemente se alejan, cada vez más veloces, dejando atrás una marca precisa de largos neumáticos. Más lejos entre la arena agitada de besos inocentes, esta un pequeño corazón. Lo dibujo ella escondida, con ese índice que a el le gusto tanto. Una onda solitaria le borra los bordes. Pero con un poco de imaginación todavía se puede leer esa S y la B. un perro ladra lejos a la luna. La moto continua su carrera enamorada desapareciendo lejos en la noche. Una onda más determinada borra del todo ese corazón. Pero ninguno podrá nunca borrar ese momento de sus recuerdos.

Frente a Vetrine, se para en medio de la calle desierta, ahora solo esta su Vespa. Babi baja de la moto, le quita el seguro de la rueda delantera y la prende. Monta en la silla y la empuja adelante. Después pareciera casi acordarse de el.

Chao Le sonríe con ternura. Step se le acerca.

Te acompaño, te escolto hasta tu casa. Llegaron en la calle Francia, Step se acerca a la Vespa y apoya el pie derecho debajo del farol, bajo la pequeña placa.

Acelera. La Vespa aumenta la velocidad. Babi se voltea asustada hacia el.

Tengo miedo.

Manten derecho el manubrio

Babi regresa a mirar frente aguantándose fuerte y segura a las manillas. La Vespa de Pallina va mas rápido que la suya, pero a esos niveles nunca hubiera llegado. Hacen todo el recorrido de la calle Francia y después suben por la salida de la vía Jacini, hasta la plaza. Step le da un último empujón justo debajo de su complejo. La deja ir. Lentamente la Vespa pierde velocidad. Babi frena y se gira hacia el. Esta parada, derecho en su moto, a pocos pasos de ella. Step se mantiene mirándola un rato. Después le sonríe, mete la primera y se aleja. Ella lo sigue con la mirada hasta cuando desaparece detrás de la curva. Lo siente acelerar siempre más, un cambio veloz de marcha, a toda velocidad. Babi espera que Fiore, somnoliento, suba la barra. Después va por la subida del complejo. Cuando gira derecho por la curva, una triste sorpresa. Su casa esta toda iluminada y su madre esta ahí, asomada en la ventana de su cuarto.

Claudio, ahí esta!

Babi sonríe desesperadamente. No sirve de nada. Su madre cierra la ventana golpeándola. Babi mete la Vespa en el garaje, logrando pasarla entre el muro y la Mercedes. Mientras cierra el portón piensa en la cachetada de esa mañana. Inconscientemente se lleva la mano a el cachete. Trata de recordar cuanto daño le hizo. No se preocupa tanto. Rápido lo sabría. Sube las escaleras lentamente tratando de retardar lo más posible el tiempo de esa descubierta ahora inevitable. La puerta esta abierta. Pasa debajo del marco de la puerta. Condenada a la guillotina, ella, moderna culpable en braga, perdería la cabeza. Cierra la puerta. Una cachetada la golpea en plena cara.

Ay. Siempre en la misma parte, piensa, masajeándose la mejilla.

Ve rápido a la cama, pero antes dale las llaves de la Vespa a tu padre.

Babi atraviesa el corredor. Claudio esta ahí, cerca de la puerta.

Babi le da el llavero de Pallina.

Babi?

Ella se voltea preocupada. Que sucede?

Porque esta P?

La P de goma del llavero de Pallina esta entre las manos de Claudio. Babi lo mira perpleja por un momento, despierta por la cachetada, fresca creadora al instante, improvisa.

Pero papa, no recuerdas? Es el sobrenombre que me diste tú? De pequeña siempre me llamabas Pitufina!

Claudio se mantiene indeciso un momento, después sonríe.

Es cierto! Pitufina. No lo recordaba. Después regresa a ser serio. Ve a la cama ya. Hablamos mañana de toda esta historia. No me gusto para nada, Babi!

Las puertas de los cuartos se cierran. Claudio y Raffaella, ahora tranquilos, discuten acerca de esa hija que era calmada y tranquila, ahora rebelde a irreconocible. Regresa a horas de la madrugada, participa en carreras de moto, termina con una fotografía en los periódicos. Que le paso? Que le sucedió a la Pitufina de un tiempo?

En el cuarto de al lado, Babi se quita la ropa y se mete en la cama. Su cachete enrojecido consigue un fresco descanso en la almohada. Se mantiene así, soñadora por un rato. Le parece sentir todavía el sonido de las pequeñas ondas y el viento que le acaricia los cabellos, y ese beso, fuerte y tierno al mismo tiempo. Se gira en la cama. Piensa en el mientras mete las manos debajo de la almohada, soñando en abrazarlo. Entre las lisas sabanas, pequeños granitos de arena la hacen sonreír. En la oscuridad del cuarto, lentamente consigue la respuesta que sus padres están buscando. Eso es lo que le paso a la Pitufina de un tiempo atrás. Se enamoro.

Babi no tiene tiempo de subir las escaleras de la escuela sin que Pallina le salte encima rápidamente.

Bueno, como te fue? Te desapareciste

Bien, fuimos a Ansedonia.

Hasta allá, tan lejos?

Babi asiente.

Y lo hicieron?

Pallina!

Lo siento, fueron allá lejos, estaban seguro en la playa, no?

Si.

Y no hicieron nada?

Nos besamos.

Yahooo. Pallina le salta encima. Eso! Que suerte, te conseguiste el mas bello de la ciudad. Después se da cuenta que Babi esta un poco triste. Que pasa?

Nada.

Anda, no digas mentiras, di que pasa. Anda. Confía en tu vieja y sabia amiga Pallina. Lo hicieron, verdad?

Nooo! Solo nos besamos, y fue bellísimo. Pero

Pero?

Pero no se como quedamos.

Pallina la mira confusa. Pero intento algo? Bajo el puño dos veces hacia debajo de manera elocuente.

Babi niega con la cabeza resoplando: No.

Entonces es verdaderamente preocupante.

Porque?

Le interesas.

Tu crees?

Estoy segura. Normalmente se acuesta con todas la primera noche.

Ah, gracias, eres un gran apoyo.

Quieres la verdad, no? Disculpa, debes estar feliz. No te preocupes, si este es tu problema, solo debes esperar la próxima vez, ya veras!

Babi le da un empujón. Estupida por cierto Pallina, te secuestraron tu Vespa

Mi Vespa? Pallina cambia de expresión. Quien fue?

Mis padres.

Esa simpaticona de Raffaella. Uno de estos días le debo dar un sermoncito. Sabes que la otra noche se estaba propasando?

Mi madre? Y con quien?

Conmigo! Me beso mientras dormía en tu cama creyendo que eras tu!

Juralo!

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