Si!
Ve que mi padre agarro tu llavero pensando que era el mío.
Y no se dio cuenta de la P?
Si! Le dije que de pequeña me llamaba siempre Pitufina.
Y te creyó?
Ahora solo me llama así.
Es un buen tipo tu padre, pero es un poco ingenuo.
Entran en clase así. Una rubia y estirada, la otra castaña y pequeña. Bella y preparada la primera, graciosa e ignorante la segunda, pero con una gran cosa en común: su amistad. Mas tarde Babi esta ahí, soñando mientras mira la pizarra, sin ver los números escritos encima, sin escuchar las palabras de la profesora. Piensa en el, en que estaría haciendo en ese momento. Se pregunta si estará pensando en ella. Trata de imaginárselo, sonríe feliz, después preocupada, a la final ansiosa. Puede ser cualquier cosa. A veces es tierno y dulce, de repente es salvaje y violento. Suspira y mira la pizarra. Es mucho más fácil resolver la ecuación.
Step se levanto hace poco. Se metió bajo la ducha y se deja masajear por ese chorro fuerte y decidido. Empuja las manos contra el muro mojado y, mientras el agua le cae por la espalda, empuja hacia abajo alternando las piernas, alzándose sobre sus pies, primero el derecho y después el izquierdo. Mientras el agua se desliza por su cara recuerda los ojos azules de Babi. Son grandes, pulidos y profundos. Sonríe y teniendo los ojos cerrados la ve perfectamente. Esta ahí, inocente y serena frente a el, con los cabellos salvajes en el viento y esa nariz derecha. Ve esa mirada segura, llena de carácter. Secándose, regresa a pensar en todo aquello que se han dicho, a todo lo que le contó. Ella, único dulce oído casi desconocido, silencioso oyente de su antiguo sufrimiento, de su amor odiado, de su tristeza. Se pregunta si esta loco. Igual ya paso todo.
Desayunando piensa en la familia de Babi. En la hermana. En el papa de aire simpática. A esa mama del carácter decidido y duro, de detalles similares a Babi, un poco diferentes por la edad. Se volvería ella algún día como su madre? A veces las madres son la proyección futura de la chica con la cual salimos hoy. Se acuerda de una madre mejor que una hija. Termina el café sonriendo. Suenan la puerta. Maria abre. Es Pollo. Le lanza la usual bolsa en la mesa, sus sándwiches de salmón.
Entonces? Me debes decir que paso. Lo hicieron o no? Quien lo imagina con ese carácter cuando lo harían? Nunca! Donde se fueron después. Los busque por todos lados. Oh, no sabes como esta Madda. Esta envenenada! Si la consigue, la cae a golpes.
Step deja de poner su cara divertida. Maddalena, es cierto, no lo había pensado. No había pensado a nada mas después esa noche. Decide que tampoco quiere pensarlo ahora. En el fondo nunca se prometieron algo.
Toma. Pollo saca fuera del bolsillo una hoja blanca doblada y se lo lanza. Este es su numero de teléfono. Step lo agarra en el aire. Hice que Pallina me lo diera ayer, sabia que hoy me lo hubieras pedido
Step se lo mete en el bolsillo y después va a su cuarto. Pollo lo sigue.
Entonces Step, me dirás algo o no? Lo hicieron?
Pollo, porque siempre me haces estas preguntas? Sabes que yo soy un caballero, no?
Pollo se echa en la cama, doblándose de la risa.
Un caballero tu? Dios mío, estoy mal! lo que me toca escuchar un caballero! Step lo mira agitando la cabeza, mientras se mete los jeans, también el se pone a reír. Cuantas veces no fue un caballero! Y por un momento le gustaría tener algo más que contarle al amigo.
En la salida de la Falconieri ningún muchacho vende libros. Es una escuela muy alta para que siquiera la ultima de las alumnas compren un libro usado. Babi baja los escalones mirando alrededor esperanzada. Grupos de chicas en el fondo de la escalera esperan nuevos conocidos o viejas conquistas. Pero ninguno de ellos es el que quiere. Babi da los últimos pasos. El sonido de una moto veloz le hace subir la mirada. Su corazón late más veloz. Inútilmente. Una moto roja pasa entre los carros. Una joven pareja abrazada va hacia la izquierda al mismo tiempo. Babi los envidia por un momento. Después entra al carro. Su madre esta ahí, todavía molesta por el día anterior. Hola mama.
Hola es la seca respuesta de Raffaella. Babi no recibe ninguna cachetada ese día, no tiene razón. Pero esto casi lo lamenta.
Step y Pollo están pegados a la red. Seguidos del borde del campo de entrenamiento de su equipo. Cerca están Schello, Hook y algún otro amigo, comparten la pasión por el equipo Lazio de fútbol. Fanatiquismo desenfrenado solo para armar un bochinche. Step, sin hacerse ver, sube la manga izquierda de la chaqueta, dejando al descubierto el reloj. La una y media. Debió salir hace poco. Se la imagina en el carro de la mama, en la vía Francia, regresando a la casa. Más bella que un gol de Mancini. Pollo lo mira.
Que pasa?
Pollo estira los brazos. Nada, porque?
Entonces que coño ves?
Porque, no puedo mirar?
Pareces homosexual mira el partido no? Te traigo para acá y que haces? Te pones a ver mi cara?
Step se voltea hacia el campo. Algunos jugadores con las chaquetas deportivas de entrenamiento sobre la camisa del equipo se pasan veloz el balón mientras uno, con mala suerte, trata de quitárselas. Step se gira de nuevo hacia Pollo. Lo esta mirando.
Todavía! No quieres entender! Step se le lanza encima. Agarra la cabeza con las dos manos y riendo se la pega contra la red. Debes mirar allá. Lo empuja mas veces: Alla, allá!
Schello, Hook y todos los demás se acercan a ellos, solo para alborotar más. Otros fanáticos se empujan entre ellos contra la red haciendo sonido. Alguno con un periódico enrollado y un pito en la boca se cree un árbitro golpeando a todos con el periódico. Después de un poco el grupo crece, los fanáticos corren en todas las direcciones divertidos. Step se monta en su moto. Pollo le salta detrás y se alejan. Step se pregunta si Pollo se había dado cuenta de lo que estaba pensando antes.
Ay, Step que malo
Que pasa?
Ahora es muy tarde, si no podríamos haberlas buscado en la escuela.
Step no responde. Siente que Pollo sonríe, detrás de el. Después viene golpeado por un puño de lado.
Y no te la des de listo conmigo, claro? Step se dobla hacia delante adolorido. Si, Pollo entendió, y como si no bastara también tiene un golpe perfecto.
La tarde pasa lento para los dos y también desconocen lo mismo.
Babi trata de estudiar. Se consigue hojeando el diario, cambiando la estación de radio, abriendo y cerrando el refrigerador tratando de resistir a la tentación de romper la dieta. Termina frente a la televisión mirando un programa estupido para niños comiendo un Danone de Chocolate, algo que después la hará sentirse mal. Quien sabe si le habrán dado ya mi numero celular. Igual aquí no agarra. Esperemos que tenga también el de la casa. En la duda va corriendo a responder cada timbre del teléfono. Pero casi siempre le toca anotar el apellido de alguna amiga de su madre. Andrea Palombi llamo a Daniela al menos tres veces. La envidia. El teléfono suena de nuevo. Un golpe al corazón. Corre por el corredor, alza el teléfono, tiene que ser Step. Pero de nuevo es Palombi, la cuarta llamada. Le avisa a Daniela amenazándola de no quedarse hablando mucho. Injusticias del mundo. A Daniela cuatro llamadas, a ella ninguna. Después se anima. Una cosa es segura, con todas las carreras que ha hecho, ha quemado al menos mitad de las calorías.
Step come en casa con su amigo. Pollo le vacía prácticamente medio refrigerador. Aprecia mucho la cocina de Maria. Ella esta feliz de ver su torta de manzana desaparecer en la boca de ese joven huésped. Step un poco menos, debido que deberá aguantarse los lamentos de Paolo cuando regresara. La torta de manzana fue hecha para el. Mas tarde, Maria se marcha y los dos descansan un poco. Step vuelve a leer todas sus caricaturas de Pazienza. Organiza los bocetos originales de los cuales esta tan orgulloso. Después despierta a Pollo para mostrárselo. Aun si sea la milésima vez que los ve, el lo aprecia como si fuera la primera.
Son muy buenos amigos, tanto que Step no puede negarle una llamada. Aun si sabe del vicio de Pollo. Se la pasa una hora en el teléfono. Adonde vaya siempre hace una llamada. Se pone a parlar por horas, con cualquiera, aun si no tiene nada que decir. Entonces ahora que tiene una novia, es incontenible. Su sueño, le confiesa a Step saliendo, es robar un celular.
Mi hermano tiene uno nuevo. Es la respuesta divertida de Step. A los ojos de Pollo, Paolo obtiene rápido otro valor. Quien sabe si después de la torta de manzana no tratara a quitarle también el teléfono.
Llueve. Babi y Daniela están sentadas en el sofá de lado a los padres. Miran una película divertida y familiar.
La atmósfera parece mas tranquila.
Después un timbrazo. Daniela prende el inalámbrico que tiene cerca de ella en el cojin del sofá.
Alo? Mira a Babi sorprendida. No cree a sus orejas. Ahora te la paso. Babi se voltea tranquila hacia la hermana. Babi, es para ti.
Le basta ese momento, una mirada, ver su cara para entender todo. Es el.
Daniela le pasa el teléfono tratando de controlarse frente a sus padres. Ella lo agarra delicadamente, casi miedosa de tocarlo, de apretarlo, como si una vibración muy fuerte pudiera hacer caer la línea, hacerlo desaparecer por siempre. Lo lleva lentamente cerca de su cara con mejillas sonrojadas, a sus labios emocionadas aun por ese simple Si?
Hola, como estas? La voz calida de Step le llega directamente al corazón. Babi se mira alrededor preocupada de que alguno se haya dado cuenta de lo que siente, su corazón a dos mil por hora, la felicidad que trata desesperadamente de esconder.
Bien y tu?
Bien. Puedes hablar?
Espera un momento que aquí no se escucha nada. Se levanta del sofá llevándose consigo el teléfono. No se sabe porque pasa, pero siempre cerca de los padres, algunos teléfonos nunca sirven. Su mama la mira salir de la sala y se voltea sospechosa hacia Daniela. Quien es?
Daniela es rápida. Oh, Chicco Brandelli, uno de sus pretendientes.
Raffaella la mira por un momento. Después se tranquiliza. Regresa a mirar la película. Daniela también se voltea a la televisión con un leve suspiro. Ya paso. Si su madre la hubiese mirado aun mas se hubiera quebrado. Es difícil sostener esa mirada, parece que siempre supiera todo. Se enorgullece a si misma de la idea de Brandelli. Al menos ese idiota sirvió para algo.
Las luces apagadas en su cuarto. Ella contra el vidrio mojado por la lluvia, con el teléfono en la mano.
Alo Step, eres tu?
Quien quieres que sea?
Babi ríe. Donde estas?
Debajo de la lluvia. Quieres que vaya a tu casa?
Ojala se pudiera. Están mis padres.
Entonces ven tu.
No, no puedo. Estoy castigada. Ayer cuando regrese me consiguieron. Estaban en la ventana esperándome.
Step sonríe y bota el cigarrillo.
Es cierto entonces! Todavía existen muchachas que las castigan
Si, y tu estas una de ellas. Babi cierra los ojos aterrorizada por la bomba que le acaba de lanzar. Espera la respuesta. Ya paso todo. Pero no siente ningún sonido.
Lentamente abre los ojos. Mira más allá del vidrio, a un techo, la lluvia es más visible. Esta escampando. Estas todavía ahí?
Si. Estaba tratando de entender que se siente ser castrado por una muchacha lista.
Babi se muerde el labio, camina feliz y nerviosa por el cuarto. Entonces es verdad.
Si fuera de verdad una muchacha lista hubiera elegido a otro a quien castrar.
Step ríe. Esta bien, hagamos las paces. Tratemos de resistir al menos un día. Que harás mañana?
Escuela, después estudio y continuo a estar castigada.
Bueno, puedo ir a buscarte.
No es una de las mejores ideas
Me vestiré bien.
Babi ríe. No es por esto. Es algo más general. A que hora te paras mañana?
Mah, diez, once. Cuando venga Pollo a despertarme.
Babi agita la cabeza. Y si no viene?
Mediodia, la una
Lograrias venir a buscarme a la escuela?
A la una? Si, creo que si.
Quería decir a la entrada.
Silencio. Que hora seria?
Ocho y diez.
Pero porque se va a la escuela tan temprano? Y después que haremos?
No lo se, huimos Babi no cree casi a sus orejas. Huimos. Debe estar loca.
Esta bien, hagamos esta locura. A las ocho en tu escuela. Espero solo despertarme.
Será difícil, verdad?
Bastante.
Se mantienen un momento en silencio. Indecisos acerca de que decirse, como despedirse.
Bueno, entonces adiós.
Step mira afuera. Paro de llover. Las nubes se mueven veloces. Se siente feliz. Mira el teléfono. De la otra parte esta ella en ese momento.
Adios Babi. Trancan. Step mira a lo alto. Algunas estrellas aparecen tímidas y mojadas, arriba en el cielo. Mañana será un buen día. Pasara la mañana con ella.
Ocho y diez. Debe estar loco. Trata de recordar la última vez que se despertó tan temprano. No le viene a la mente. Sonríe. Apenas hace tres días regreso a la casa a esa hora.
En la oscuridad de su cuarto, con el inalámbrico en la mano, Babi sigue mirando el vidrio por un poco. Lo imagina en la calle. Debe hacer frío afuera. Siente un escalofrío por el. Regresa en la sala. Le da el teléfono a la hermana y se sienta al lado de ella en el sofá. Daniela, sin hacerse ver, estudia curiosa la cara de Babi.
Quiere hacerle miles de preguntas. Debe contentarse de esos ojos que por un momento la miran feliz. Babi regresa a ver la televisión. Por un momento, esa vieja película en blanco y negro le parece a colores. No entiende para nada de que están hablando y se aleja rápido, secuestrada por sus pensamientos. Después regresa rápidamente a la realidad. Mira alrededor preocupada, pero ninguno parece saberlo. Mañana, por la primera vez, se escapara de la escuela.
Paolo esta sentado en la mesa y hojea distraído el periódico. Mira alrededor. Extraño. Le había dicho a Maria que hiciera la torta de manzana. Seguro se le olvido. Ingenuo. Se acuerda de un biscocho que compro para casos de emergencia. Decide que es uno de esos casos. Abre algunas gavetas. Al final lo consigue. Lo escondió bien para resistir la furia hambrienta de Step y sus amigos.