Victory Storm - Cenicienta De Sangre стр 5.

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Haciendo caso omiso de ese miedo insensato y en adoración a ese tío con la mirada tan profunda y penetrante que hace que todos pierdan y anulen toda voluntad, lo abracé también.

Espero volver a verte pronto, tío. Y saluda a la tía Tess y a Elizabeth.

Seguro, pequeña espía mentirosa, me susurró en la oreja de manera que sólo yo pudiera escucharlo.

La idea de que me hubiera descubierto in fraganti espiando y que supiera siempre cuando estaba mintiendo, me hizo sonrojar hasta las orejas.

Inútil esconder mi vergüenza ya que mi piel, blanca como la leche y ligeramente cubierta por pecas doradas, se sonrojaba y se pone rojo fuego sin control cada vez que sentía alguna emoción más fuerte de lo normal.

Esa sensación era odiosa. Elizabeth decía que era peor que un libro abierto y que agradecía que su gen humano no le hubiera dado un signo de debilidad como ese, de lo contrario, sufriría de eritrofobia

Apenas se fueron mis tíos, me disculpé rápidamente con mis padres con la excusa de ir a estudiar para el examen de antropología.

En realidad, corrí a la biblioteca para buscar esa carta que había desencadenado la ira de mi padre.

Me tomó sólo un momento encontrarla.

Abrí el sobre.

Era una invitación.

El papel estaba en relieve y era antiguo, con un efecto particular. Al tacto parecía suave como tela y la escritura estaba decorada en relieve con un efecto bronce levemente brilloso.

El nobel e Ilustrísimo Príncipe, Vane Vampire, le ofrece el honor de asistir al baile de máscaras en Brumoise Hall, su residencia de verano en Derbyshire, el sábado 12 de julio a la hora 23.

La invitación está reservada exclusivamente al Señor Zachary Macross y su familia.

Volví a leer la invitación unas diez veces sólo para fijar en mi mente ese fuego de adrenalina que me había desencadenada en todo el cuerpo.

¡Una noche mascarada!

¡En la residencia de un nobel vampiro que se hacía llamar El Príncipe!

¡Sólo mamá, papá y yo! ¡Sin los miembros de la Orden de la Cruz Ensangrentada que siempre están de guardia!

¡Dios mío! ¡No lo podía creer!

¡¿Cuándo tendría otra oportunidad así?!

Lamentablemente no pude terminar de fantasear sobre ese hecho, cuando alguien me quitó la invitación de la mano.

Olvídalo!

Era mi madre y cerca de ella estaba mi padre con apariencia de no asegurar nada bueno.

La invitación es también a mí, le recordé, pero por el enojo que percibí en mis padres, entendí que habría tenido que moderar el tono sino quería desatar una guerra familiar.

No es una invitación. ¡Es una trampa y tú no irás! No tienes las habilidades adecuadas, intentó explicarme más dulcemente mi madre, pero yo me enojé todavía más.

¿Sólo porque no tengo los poderes de un hombre lobo como tú, mamá?

Exacto.

Ni siquiera papá los tiene. ¡Él y yo somos humanos, y sin embargo aquí estamos! Temidos por los vampiros e intocables para cualquiera.

Sí, pero todo eso tiene un precio y la seguridad permanente de la Orden es prueba de ello.

Seguridad que no sería suficiente, sino tuviéramos de nuestra parte a toda la Confederación de Sangre, que esa noche estará allí con nosotros. Lista para protegernos. Apuesto que será así.

Estarán sólo Nick y Xander con sus familias, me informó mi padre.

Entonces también van a estar Elizabeth y Leo! ¡Con ellos estaré segura! ¿Quién podría siquiera tocarme, sabiendo que podría contrariar a la hija de un Antiguo o al hijo de un hombre lobo Alfa y de una vampiresa con poderes mágicos?

April, no discutas, intervino mi padre con voz cansada y sufrida. Sabes cuánto eres importante y frágil en este mundo en el que te hemos educado.

Papá, sé que tienes miedo de que me pueda suceder algo, pero te aseguro que no sucederá.

No, pequeña mía, no lo entiendes.

Ya no soy una pequeña!, me enojé.

Tu padre sólo intenta decirte que te queremos mucho y que ese cariño podría transformarse en un arma en contra nuestro, intervino mi madre abrazándome.

Lo sé, me tranquilicé, abrazándola también.

Nunca conseguía lo que quería con ellos y siempre terminaba cediendo, pero esta vez sabía que no habría permitido a mis padres mantenerme en una caja de cristal, como solían hacerlo, alejada del peligro.

No quiero hacerlos sufrir, pero tengo que empezar a vivir y a tomar mis propias decisiones, hubiera querido decir, pero las palabras murieron en mi garganta.

Estrategia


APRIL

La Confederación de Sangre era mi segunda familia.

Allí estaban todos tíos, primos, abuelos, incluso si ninguno de ellos era pariente mío, excepto por Félix, el hermano de mi madre.

Y yo era la pequeña April para los vampiros que trabajaban en la sede de Londres, la muchacha con perfume de primavera, para quien todavía no había pasado de nutriste de sangre humana a la BloodSky, la humana que esconde un secreto que todavía no he podido descifrar para el científico Grucho, piel de zanahoria/ Pandereta / flor de campo para Elizabeth que adoraba molestarme por mis cualidades que ella consideraba vergonzosas, como mis pecas y el cabello rojo, mi corazón tan humano que latía como un tambor haciéndose siempre sentir y expresando todas sus emociones, o el aroma que tenía, tan delicado y persistente como un prado florido.

Elizabeth era una contradicción: podía decir la cosa más antipática y de inmediato la más dulce, pero en mi opinión, su miedo mayor era el mostrar la humanidad que había dentro de ella, ya que su madre Tess era una simple humana.

De todas formas, nadie hacía caso a mi presencia y después de las usuales cortesías, me encerraba en el gimnasio donde sabía que habría encontrado a las únicas personas que me habrían ayudado.

Como siempre, el gimnasio estaba lleno de jóvenes vampiros de espíritus encendidos y con el temperamento irascible y a menudo presumido, que los empujaba a participar en los combates contra los lobizones.

Había faltado a un seminario en la facultad para estar allí y de inmediato estaba contenta de ver al último vampiro al que le habían dado un KO, con la fuerza y la técnica increíbles de Leo, hijo de Xander, el lobizón Alfa que lideraba su clan.

A pesar de que Leo sólo tenía siete años más que yo, parecía que nadie podía desafiarlo.

Aunque al inicio había sido considerado casi una subespecie de lobizón, ya que su madre Siobhan era sólo una hechicera que luego se había vuelto vampiresa y no un hombre lobo, no se necesita mucho antes que todos entendieran que Leo no era menos por sus orígenes híbridos.

¡Es más! Esa unión de genes distintos lo había vuelto perfecto: ¡fascinante y magnético como un vampiro, resistente y poderoso como un lobizón, dulce y humilde como un humano con una pizca de magia!

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