"¿Qué harÃas si te molestaba?" Kyoko exigió comenzar a disfrutar realmente de lo alto.
"Bueno, probablemente me levante en el bar y anuncie muy fuerte que tenemos una virgen en casa esta noche y la licitación comienza en cinco mil dólares. Por supuesto, sólo obtendrÃas el veinte por ciento y el resto me irÃa. "Se agarró al borde del bar sabiendo que superarÃa a todos.
-¿Por qué sólo conseguirÃa veinte? -preguntó. "Es mi virginidad... DeberÃa ser yo la que me paguen por ello".
"Maldita sea caro," Amni gruñó.
"Escuché eso", exclamó Kyoko y se puso de pie sobre las barras de los pies de su taburete. "Te haré saber que soy una cita muy barata" asintió ella.
"Cola y pasteles de luna en mi lugar después del trabajo", Amni dijo con una sonrisa brillante.
"No voy a salir con una cita contigo", Kyoko se las arregló y se sorprendió antes de que ella se cayó, luego señaló un dedo en la cara de Amni, tocando la punta de su nariz con él. "Me voy a una cita con el primer hombre que no viene a mà y me trata como a una dama".
Amni arqueó una ceja, "¿Esto viene de la mujer que está buscando a alguien para tomar su virginidad? ¿Quieres saber cómo se ve este tipo por la mañana?
"No," Kyoko siseó y se dejó caer de nuevo en el taburete, pero no bajó el dedo. "No quiero saber nada de él porque..." hizo una pausa buscando las palabras. "... Tengo mi moralidad."
Amni rió entre dientes, "Kyoko, ¿sabes lo que la moralidad significa ahora?"
El rostro de Kyoko quedó en blanco, "No," dijo con una voz inexpresiva. De repente, miró su regazo y volvió a Amni. "No estoy usando ropa interior."
Amni, con toda su gracia, cayó detrás de la barra mientras Kyoko seguÃa sentándose allà con una expresión de asombro en su cara por no usar ropa interior.
-¡Maldición! -murmuró una voz desencarnada detrás de la barra-.
Amni se levantó y miró la cara de Kyoko antes de que empezara a reÃr. Realmente no podÃa evitarlo. Nunca habÃa visto a la mujer borracha y tenÃa que admitir que era muy entretenida en este estado. Nunca me dijiste por qué estás tan empeñado en hacer esto.
Kyoko se mordió el labio inferior y luego le dijo la verdad: "Me está convirtiendo en un blanco y eso me va a matar si no me deshago de él." Le echó un vistazo y rápidamente apartó la vista. "Parece estar atrayendo más... peligros de los que puedo luchar".
De repente, Amni supo exactamente de qué estaba hablando y tragó saliva. -¿Quieres beber otra copa?
Nunca habÃa pensado en eso de esa manera, pero lo que ella dijo era cierto. Si decidiera beber de un humano de nuevo... incluso él la elegirÃa. Fue una delicia rara encontrar a una virgen de su edad... es como sangre aromatizada.
-¿Otra bebida? -preguntó Kyoko, luego miró su vaso. La sostuvo a la altura de los ojos y la giró como si estuviera buscando algo. "Está vacÃo."
-¿No, en serio? -preguntó Amni burlonamente antes de quitarle el vaso. "No más bebidas para usted esta noche."
"Hey!" Dijo Kyoko en voz alta. "Necesito eso."
-¿Por qué? -preguntó Amni.
"Asà que puedo perder mi virginidad", respondió Kyoko. -No puedo tener sexo sin ese vaso.
Amni volvió a colocar el vaso en la barra y Kyoko lo miró furioso.
-¿Qué pasa ahora? Ãl supo que no pasarÃa mucho más antes de que él la ayudara a subir las escaleras y con seguridad a su habitación.
Kyoko volvió su mirada hacia él. -¿Quién lo bebió?
-Lo hiciste -le informó.
"Yo no. Estaba lleno cuando lo quitaste. ¿A quién le diste una bebida gratis... y dónde está la mÃa? ", Acusó.
"Eso fue hace cuatro copas," Amni señaló tratando de confundirla.
"Noooo," Kyoko hizo una mueca. Ni siquiera tuve la oportunidad de disfrutarlo. Ella empujó el vaso hacia Amni. "Dame otra copa y asegúrate de disfrutar esta vez."
"Disfrutaste de la última", dijo Amni. "Te voy a cortar esta noche."
Kyoko le sonrió sexualmente. -¿Qué me estás cortando?
"No me tientes, Kyoko," Amni respondió entonces sintió una amenaza silenciosa. Sus ojos azules se alzaron para encontrarse con los de ébano del otro lado de la habitación.
Hyakuhei estaba sentado observando la escena entre la mujer y el camarero, sus ojos y su estado de ánimo cada vez más oscuros a cada minuto. HabÃa observado silenciosamente mientras su mirada recorrÃa la sala usando el espejo para mirar a todos los hombres del bar. Por razones que lo eludÃan, estaba tentado a cerrar el lugar sólo para que todos se fueran. No querÃa que mirara a los demás.
Este comportamiento... esa sensación que estaba sintiendo... le perturbaba.
El barman era un vampiro y la chica parecÃa muy amable con él. Hyakuhei miró al muchacho de arriba a abajo mientras la chica conversaba con él. Ãl era joven; TodavÃa un bebé en el sentido vampÃrico, pero algo sobre el joven lo separó de los otros vampiros que Hyakuhei habÃa encontrado desde su llegada a la ciudad. El anciano lo sacudió... él lo entenderÃa cuando llegara el momento.
El camarero de repente lo miró directamente a los ojos. Ãl sonrió y el hombre se congeló en su lugar antes de temblar visiblemente y desviar la vista. Ahora sabÃa lo que era tan diferente de éste. No poseÃa la incontrolable sed de sangre de la mayorÃa de los nuevos vampiros. Tal vez no era tan joven como pensó Hyakuhei.
Se enganchó a la conexión en la lÃnea de sangre y miró en el pasado de Amni... sintiendo a su hermano allÃ. Cerró los ojos mientras los recuerdos de Amni flotaban a través de él... asà que Amni habÃa sido la primera de Tadamichi... la que habÃa curado su soledad. Sus ojos se abrieron lentamente ahora sabiendo por qué el vampiro lo habÃa acosado visualmente... pensó que era su padre.
Para el subalterno no sentir la diferencia contada de su relación con Tadamichi... ¿o era evidencia de que él y su hermano eran verdaderamente los mismos? Su diversión llegó a un punto álgido cuando el joven vampiro colocó otra copa delante de la chica y tomó un sorbo de ella. La siguiente escena lo hizo querer reÃr.
Amni tomó el vaso de Kyoko lejos de ella y quiso sonreÃr ante el ceño que ella le dio. Se movió para agarrar las diferentes botellas de ron para servirle otra copa. Afortunadamente, ella apartó la mirada y él agarró la mezcla embotellada no alcohólica de la bebida de Kyoko de la opción... Té helado de Long Island de la Virgen.
Echando el lÃquido sobre el hielo fresco que acababa de meter en su vaso, Amni decidió ser linda y añadió una cereza y un pequeño paraguas a la bebida antes de colocarla de nuevo delante de ella.
Kyoko se volvió hacia Amni y luego miró el bar. Su rostro se iluminó cuando vio que su bebida habÃa sido rellenada. En lugar de tomar el primer sabor, recogió la cereza por el tallo largo y lo puso en su boca. Amni tragó saliva mientras la boca de Kyoko se movÃa un poco antes de que el tallo de la cereza se asomara entre sus labios. Sacó el tallo y lo colocó en la barra.
"¿Qué piensas?" Preguntó Kyoko después de estudiar el tallo de la cereza con un escrutinio intenso.
"Creo que serÃa un besador malo," Amni dijo en una voz muerta después de ver el tallo de la cereza no habÃa sido anudada con su lengua.