Vio sus viejos anteojos de sol en el estante superior de su casillero, y tuvo la tentación de tomarlos ponérselos en el interior durante el día. Pero así sólo atraería la atención más negativa.
Como una ola de mar, las salas comenzaron a llenarse de chicos que llegaban de todas direcciones. Echó un vistazo a su teléfono y se dio cuenta que su primera clase comenzaría en unos pocos minutos. Respiró hondo y cerró su casillero.
En su teléfono no había nuevos mensajes, y de nuevo pensó en Blake, en lo que había ocurrido el día anterior. En como había huido. Se preguntó lo que él le habría dicho a los demás. ¿Realmente había dicho todas esas cosas tan malvadas? ¿Que la había cortado? ¿O Vivian lo había inventado todo? ¿Qué pensaba Blake de ella? ¿Y por qué no había contestado a ninguno de sus mensajes?
Por supuesto, su silencio era una respuesta. Que estaba asustado y ya no le interesaba. Pero, mientras revisaba una vez más su teléfono, por si acaso, deseaba que él respondería aunque sea sólo para decir que no estaba interesado en ella. Odiaba su silencio.
Como si todo eso no fuera suficiente, tampoco podía dejar de pensar en Sage. El encuentro con él frente a su casa había sido muy misterioso. Se arrepentía de haberse alejado, y le hubiera gustado tener un poco más de tiempo para hablar con él y hacerle más preguntas. Su sueño la había asustado, sin embargo, no podía entender por qué lo tenía en la mente, incluso más que a Blake.
Se sentía muy confundida. Con Blake, era como si conscientemente pensara en él; con Sage, era como si no pudiera evitarlo, pensaba en él lo quisiera o no, y no lograba entender la razón de sus sentimientos por él. Eta extraño, pero a pesar de que desde hacía años conocía a Blake, se sentía más cerca de Sage. Lo que más le molestaba era que nada tenía ningún sentido. Detestaba no poder entender, especialmente cuando se trataba de amor.
"Oh, Dios mío, ¿Scarlet?”, escuchó la voz.
Al cerrar su casillero vio a Maria quien la miraba como si fuera una celebridad infame.
“¡Nunca llegas temprano! ¡Te envié como un millón de mensajes anoche! ¿Qué pasó? ¿Dónde estabas? ¿Estás bien? "
Scarlet sintió una punzada de remordimiento; había estado demasiado abrumada para responder a sus mensajes. También, sintió algo de nerviosismo al estar junto a María, dado los sentimientos de su amiga por Sage. Después de todo, María dejó en claro que estaba obsesionada con Sage. Si se enteraba de que Scarlet había hablado con él la noche anterior, y frente a su casa, temía que Maria se molestase mucho. Cuando se trataba de chicos, María era muy posesiva y territorial. Siempre creía que todo aquel en quien pusiera sus ojos era suyo, ya sea la persona supiera o no de su existencia. Y si alguien se le ponía tantito en el camino, se convertía inmediatamente en su enemigo. Podía ser así de rencorosa, y ella nunca perdonaba ni olvidaba. Era ese tipo de persona: eras su su amiga más cercana, o su peor enemigo.
"Lo siento", respondió Scarlet. "Me dormí temprano. No me sentía bien. Y no podía estar viendo todo el asunto de Facebook.”
"Dios mío, la odio", dijo María. "Vivian. Es una víbora. ¿Quién se cree? Publiqué en su muro y en el de sus amigas también. Las puse en su lugar por lastimarte así.”
Scarlet se sintió muy agradecida con Maria -lo que la hizo sentirse aún más culpable por haber hablado con Sage. Habría querido decirle, explicarle lo que había sucedido con Sage, pero ella misma no entendía realmente lo que había pasado. Y temía que si se lo mencionara, María se enojaría a lo grande.
"Eres la mejor", dijo Scarlet, como mientras, en agradecimiento, pasaba un brazo alrededor de Maria.
Las dos caminaron una junto a la otra por los pasillos, que se llenaban rápidamente; el ruido era cada vez más fuerte mientras caminaban hacia el otro extremo de la escuela para su primera clase juntas.
"Quiero decir, qué coraje tiene", dijo María. "En primer lugar, te roba a tu chico. Luego, lo publica todo. Se siente amenazada. Y celosa. Sabe que eres mejor.”
Scarlet se sintió un poco mejor, pero sintió una punzada de tristeza ante la idea de perder a Blake. Especialmente de esa manera. Lo único que quería era una oportunidad para explicarle a Blake, para decirle que lo que sea que había pasado en el río, ésa no era ella. Pero no sabía cómo podría explicárselo. ¿Qué podía decirle? Creía que se lo había dicho lo suficientemente bien en su texto. Y él no había respondido.
"Hola chicos", se escuchó la voz.
Caminando junto a ellas estaban Jasmin y Becca. Scarlet sintió que se le quedaban mirando y estaba empezando a sentirse paranoica con toda la atención que estaba recibiendo.
"Hola", dijo Scarlet, mientras caminaban todas juntas, como un pequeño grupo por los pasillos. “¿Así que vas a tenernos en suspenso?", Jasmin preguntó. "¿Qué pasó con Blake?"
Scarlet podía sentir los ojos en ella, y se puso nerviosa. Mientras caminaban, también notó las miradas de todos los chicos. Quería pensar que se estaba poniendo paranoica, pero sabía que no. Era evidente que un montón de gente la estaba observando, mirándola de lado, como si fuera una especie de monstruo. Se preguntó cuántos chicos habían estado en línea y leído todas las publicaciones, y qué creyeron de todo el asunto. ¿Iba a ser conocida como la chica que Blake abandonó? ¿Quién perdió a Blake por Vivian? Ardía de furia con solo pensar en ello.
"¿Es verdad?", Becca preguntó. "¿De verdad te dejó?"
"Si lo hizo", dijo Jasmin, "sólo dinos, y nos vamos de su muro de Facebook."
"Gracias a todas", dijo Scarlet. Pensó en cómo responder mejor. Realmente no sabía cómo explicárselos.
"¿Y?" María la presionó. "¿De verdad no vas a decirnos?"
Scarlet se encogió de hombros.
"No sé qué decir. Realmente no hay nada que contar. Bajamos hasta el río, y como que … “ Ella hizo una pausa, decidiendo cómo expresarlo. "… Blake me besó."
"¿Y?" Jasmin la presionó. “¡Nos estás matando con el suspenso!"
Scarlet se encogió de hombros.
"Eso es todo. Realmente no sucedió nada. Quiero decir, me gusta. Todavía me gusta. Pero … me fui. Quiero decir, me empecé a sentir muy enferma, así que tuve que irme, como de repente.”
"¿Qué quieres decir enferma?", preguntó Becca.
“Como que mi estómago comenzó a matarme," ella mintió, sin saber qué más decir. "Y tenía un fuerte dolor de cabeza." Al menos era parcialmente cierto, pensó. "Creo que todavía estaba enferma del otro día. Así que me fui corriendo de allí. Mal momento, supongo.”
“¿Entonces Blake te trajo de vuelta? ¿O fue un idiota total ", preguntó? Jasmin.
Scarlet se encogió de hombros.
"No es su culpa. Realmente no le di tiempo para reaccionar, supongo. Yo me fui enseguida. Me sentí mal por irme de esa manera. Quería explicárselo. Pero él nunca respondió mi mensaje.”
"¡Qué idiota!”, dijo María.
“Es un perdedor", agregó Jasmin. "En serio. Te sentiste enferma y qué, ¿entonces no responde tus mensajes? ¿Qué le pasa? Estabas enferma. Gran cosa. Digo ¿entonces no te va a dar la oportunidad de que le expliques?”
"Totalmente", María intervino. "Y entonces, qué, ¿sale corriendo para ir con Vivian, y te deja por ella? ¿Solo porque estabas enferma? ¿Cuál es su problema? Él no te merece. Es lo mejor que te pudo pasar.”
Scarlet agradecía todo su apoyo, y la hizo sentirse mejor. No lo había pensado de esa manera. Supuso que había sido muy dura con ella. Cuanto más lo pensaba, más se daba cuenta de que tenían razón. Quizás Blake debería haber sido más amable; tal vez debería haber ido tras ella, y preguntarle cómo se sentía; tal vez no debería haber corrido tan rápidamente con Vivian.
Pero ¿lo había hecho? ¿O Vivian lo había inventado?
"Gracias chicas", dijo. "Realmente lo aprecio. Aunque la verdad no sé qué pasó después. No sé si él regresó con Vivian o si simplemente ella lo inventó todo.”