Блейк Пирс - Un Rastro de Crimen стр 11.

Шрифт
Фон

Pararon en la casa de los Rainey y advirtieron la presencia de un auto policial estacionado lejos, bajando la cuadra. Se le había instruido para que no estacionara demasiado cerca de la casa por si acaso el secuestrador pasaba por allí. Caminaron hasta la puerta y tocaron. Un oficial la abrió de inmediato y ellos pasaron.

—¿Cómo han estado? —le preguntó Ray en voz baja.

—La mamá ha pasado la mayor parte del tiempo con el pequeño, intentando mantenerlo ocupado —respondió el oficial.

—Y mantenerse ella misma ocupada —añadió Keri.

—Eso creo —convino el oficial—. El papá ha estado mayormente callado. Ha pasado mucho tiempo estudiando el plano del parque en su portátil. Nos ha estado haciendo toda clase de preguntas acerca de nuestra vigilancia, para la mayoría de las cuales no tenemos respuestas.

—Okey, gracias —dijo Ray—. Esperemos poder brindarle unas pocas.

Como dijo el oficial, Tim Rainey estaba sentado ante la mesa de la cocina, con un mapa de Google del Parque Burton Chace en la pantalla de su portátil.

—Hola, Sr. Rainey —dijo Keri—. Tenemos entendido que tiene algunas preguntas.

Rainey levantó la vista por un momento, pareciendo reconocerlos vagamente. Luego sus ojos lograron enfocarlos y asintió.

—En realidad tengo muchas.

—Adelante —dijo Ray.

—Okey. La nota decía que no contactara a las autoridades. ¿Cómo van a mantenerse sin ser vistos?

—Primero, hemos colocado cámaras ocultas por todo el parque —respondió Ray—. Estaremos en capacidad de monitorearlas remotamente desde una van en un estacionamiento cercano. Además, el parque está poblado de personas en situación de calle y hemos vestido de esa forma a una oficial para ponerla allí. Lleva allí varias horas para no levantar las sospechas de los demás. Tendremos gente en el Club de Yates Windjammers que está al lado, observando desde un segundo piso con vidrios entintados. Uno de ellos es un francotirador.

Keri vio que los ojos de Tim Rainey se agrandaban, pero no dijo nada mientras Ray proseguía.

—Tendremos un drone disponible pero no lo usaremos a menos que sea absolutamente necesario. Es casi silencioso y puede operar hasta ciento setenta metros de altura. Pero no queremos correr riesgos con eso. En total, tendremos casi una docena de oficiales fuera del sitio, pero a sesenta segundos de la ubicación, para asistirle si las cosas se complican. Eso incluye a la Detective Locke y a mi persona. Estaremos en un bote civil en la marina, suficientemente lejos para observar los eventos a través de binoculares. Para esto hemos pensado en todo, Sr. Rainey.

—Okey, eso es obvio. Así que, ¿exactamente qué necesito hacer?

—Me alegra que preguntara —dijo Ray—. Es por eso que hemos venido hasta aquí. ¿Por qué no nos preparamos aquí mismo, ya que tiene el mapa a la vista?

Él y Keri tomaron asiento a cada lado de Rainey y ella se hizo cargo.

—Bien, se supone que usted se encontrará con él en el puente entre las pérgolas en el fondo del parque, cerca del agua. Y eso es exactamente lo que va a hacer —dijo Keri—. El parque mismo estará oficialmente cerrado, así que no puede aparcar en los puestos de estacionamiento. En parte es por eso que probablemente él lo está haciendo a medianoche. Cualquier auto en el estacionamiento se vería sospechoso. Usted aparcará en el estacionamiento público a una cuadra de distancia. Le daremos cambio. Todo lo que tiene que hacer es aparcar, pagar, y caminar hacia la zona de entrega. ¿Tiene todo esto sentido hasta ahora?

—Sí —dijo Rainey—. ¿Cuándo tendré el dinero del rescate?

—Usted irá a recogerlo al centro comercial Waterside cerca del parque.

—¿Qué pasa si el secuestrador está observando?

—Eso está bien —le tranquilizó Keri—. Su jefe será quien se lo entregue, justo enfrente de los cajeros automáticos del Bank of America. Ahora mismo él está siendo escoltado por uno de nuestros detectives. Habrá oficiales en el área, tampoco estarán a la vista, en caso de que el secuestrador intente tomar el dinero entonces.

—¿Están marcando el dinero con alguna especie de localizador GPS?

—Así es —intervino Ray—, y el bolso también. Pero todos los localizadores son muy pequeños. El del bolso será una puntada de la costura. Las marcas colocadas en el dinero son diminutas, adhesivos transparentes en billetes individuales. Incluso si hallara los billetes exactos, las marcas son muy difíciles de ver.

Keri sabía por qué Ray había respondido esa pregunta. Estaba claro por la expresión contrariada de Rainey que no estaba feliz con los localizadores. No lo dijo, pero podían asegurar que estaba preocupado por cuanto los mismos podrían poner a Jessica en riesgo.

Ray había tomado la palabra así que tenía que ser el portavoz de esa indeseable información. De esa manera, la relación de confianza que Keri estaba desarrollando con el ansioso padre no se vería socavada. Keri hizo un imperceptible gesto de gracias dirigido a su pareja. Rainey no pareció notarlo. Podía afirmar que estaba agitado por lo que Ray había dicho, pero no hizo objeción alguna. Pasó a otra cosa.

—Entonces, ¿qué hago ahora? —le preguntó a Keri, evitando adrede mirar a Ray.

—Como dije antes, luego que consiga el dinero del rescate, conduzca hasta el estacionamiento que está a una cuadra del Parque Chace. Luego salga y camine hasta el puente entre las pérgolas. Habrá oficiales en el área, pero usted no los verá. Y no es su trabajo preocuparse por nada de eso. Todo lo que tiene que hacer es ir al puente con el dinero.

—¿Qué sucede cuando él llegue? —quizo saber Rainey.

—Usted va a preguntar por su hija. En teoría, él va a tener la impresión de que usted está solo. Así que no se verá bien que solo le dé el dinero sin protestar. Podría entrar en sospechas. Dudo seriamente que él la traiga consigo. Puede darle una ubicación. Podría decirle que le texteará la ubicación una vez se halle convenientemente lejos. Podría decir que enviará por FedEx la ubicación...

—¿No cree que ella estará allí? —la interrumpió Rainey.

—Mucho me sorprendería. Él estaría cediendo su posición de dominio si la llevara consigo. Su mejor apuesta es mantenerle a usted a la espera para que tema por la seguridad de Jessica, así que necesita prepararse para la posibilidad de que ella no esté allí.

—Comprendo. ¿Qué sigue?

—Después que exprese sus recelos acerca de dejar el dinero, deje el dinero. No trate de negociar algún otro plan con él. No trate de reducirlo por la fuerza. Él podría sobresaltarse. Probablemente estará armado. No queremos nada que cause una confrontación.

Tim Rainey asintió con renuencia. A Keri no le gustó su actitud y decidió que necesitaba ser más enérgica.

—Sr. Rainey. Necesito su promesa de que no hará ninguna tontería. Nuestra mejor apuesta es o que él le diga donde hallar a su hija o que se la devuelva después de la entrega. Incluso si no le dice nada, no entre en pánico. Lo rastrearemos. En el momento adecuado, lo aprehenderemos. Si toma el asunto en sus manos, podría terminar muy mal para usted y para Jessica. ¿Estamos claros con respecto a eso, señor?

—Sí. No se preocupe. No voy a hacer nada que ponga en riesgo a Jessica.

—Por supuesto que no —dijo Keri con un tono tranquilizador a pesar de sus dudas— Lo que usted hará es completar la entrega, regresar a su auto, y conducir hasta acá de regreso. Manejaremos cualquier cosa que surja, ¿de acuerdo?

—¿Me pondrán ustedes un micrófono? —preguntó, sin responderle directamente.

—Sí —dijo Ray, interviniendo de nuevo—, y una cámara diminuta también. Ninguno sera distinguible, especialmente de noche. Pero la cámara puede ayudarnos a identificarlo. Y el audio nos permitirá saber si usted está en peligro.

Ваша оценка очень важна

0
Шрифт
Фон

Помогите Вашим друзьям узнать о библиотеке

Скачать книгу

Если нет возможности читать онлайн, скачайте книгу файлом для электронной книжки и читайте офлайн.

fb2.zip txt txt.zip rtf.zip a4.pdf a6.pdf mobi.prc epub ios.epub fb3

Похожие книги