Jayden Navarro - Mejora Tus Habilidades Interpersonales стр 8.

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Siéntate cómodamente y cierra tus ojos. Inhala por tu nariz por cuatro segundos, mantenlo por dos segundos, ahora exhala por tu boca por cuatro segundos. Concéntrate en mantener un ritmo regular. Comienza de nuevo si pierdes la cuenta. Tienes que asegurarte que estás manteniendo el ritmo y la cuenta, si no, no serás capaz de enfocarte en la meditación si no logras mantener tu respiración regular. Intenta a repetirlo diez veces, una vez que logres esa cantidad, prueba a aumentarla a veinte, y así consecutivamente. Mientras más tiempo te concentres en tu respiración, más fácil será la transición a concentrarte en tu estado mental una vez llegues a ese punto.

Paso cuatro: Ignora las punzadas. Esta es una de las cosas más difíciles de hacer cuando estás intentando comenzar en la meditación, puesto que nuestros cuerpos no están diseñados para permanecer sentados en la misma posición por prologados períodos de tiempo. Puede que comiences a sentir comezón en lugares como tu nariz o cabeza después de cinco o diez minutos; o tal vez sientas que hayas perdido la sensibilidad en tu pierna. Ignora todo esto. Son señales que envía tu cerebro para comprobar si estás dormido o no. Luego de que el cerebro se dé cuenta de que el cuerpo no está respondiendo, le ordenará que apague todos los procesos, justo como si estuvieras durmiendo. Si sigues despierta/o, entonces obtendrás todos los beneficios de dormir, mientras aún disfrutas de los beneficios de estar consciente en una percepción calmada e impertérrita.

Paso cinco: Luego de que llegues a esta fase, que te puede parecer más bien un sueño lúcido, traslada lentamente tu concentración desde tu respiración hasta tu mente. Has esto solamente concentrándote en tu conteo, y cuando no te estés concentrando en el conteo, entonces hazlo sobre algún pensamiento que haya estado en tu mente todo el día. Finalmente, puedes cambiar tu concentración completamente a ese pensamiento. Cuando estés listo para proseguir, puedes pensar lentamente en otros pensamientos hasta que estés plenamente sumergido en tu propia mente.

Paso seis: Explora tu mente con libertad. Inspecciona todos y cada uno de los rincones de tu cerebro. Te tomará un poco de tiempo llegar hasta este paso, puesto que necesitarás ser capaz de mantener la fase de meditación por un buen rato antes de que puedas explorar libremente tu mente. No obstante, cuando llegues hasta aquí, serás capaz de aprender más acerca de ti de lo que probablemente alguna vez quisiste saber. Esto es importante dado que quieres saber todo sobre ti mismo; esto incluye lo bueno, lo malo, e incluso lo feo. Mientras más sepas, más despejada será tu visión.

Paso siete: Este es el paso final de la meditación, conocido como el cierre. Muchas personas creen que puedes simplemente salir del estado de meditación, ciertamente algunas personas pueden, aunque no es muy saludable; esto debido al hecho de que regresarías a tu ritmo cardíaco normal, estresando tu corazón, además que puede causar jaquecas severas. Tienes que volver a la realidad gradualmente; de no ser así, entonces tendrás problemas por estar confundido, dolores de cabeza y muchas otras cosas. Para regresar a la realidad sin estos problemas, simplemente invierte tu concentración lentamente hasta llegar a tu respiración, y luego en aumentar tu respiración hasta que tu ritmo cardíaco regrese a lo normal.

Cuando hayas logrado meditar exitosamente por primera vez comprenderás que cada vez se te facilitará un poco más el proceso de la meditación. Esto es excelente, ya que cuando meditas, a veces no tienes mucho tiempo, pero aun así tienes salir de ese estado con cuidado, por lo que es bueno ser capaz de entrar rápidamente para luego tener abundante tiempo para salir.

Recuerda, al principio, muchos intentos serán extremadamente difíciles para poder entrar en un estado de trance, si es que siquiera lo logras. No te desanimes si no puedes hacerlo de inmediato. También, incluso si entras en ese estado de trance, puede que sea complejo permanecer así por mucho tiempo. Esto es algo normal, y nada por lo que sentirse mal; sigue intentando y, con el tiempo, serás capaz de meditar como un Monje Tibetano.

Capítulo 3: Autodisciplina

Es importante que tengas autodisciplina cuando quieres mejorar tu IQ emocional. Te ayudará a emplear tus emociones exponencialmente para que puedas practicar a mantenerlas bajo control. Aquí aprenderás cómo hacerlo.

Acerca de mejorar la Autodisciplina

Es probable que estés consciente de que la autodisciplina es una excelente característica que se pueda tener, y que talvez no seas tan disciplinado como deberías. Si esto último es el caso, puede que se te dificulte mantener tu mente y emociones bajo control. Si no eres capaz de dominar tus emociones, tu IQ emocional estará por debajo de lo que debería.

Para comprender efectivamente la autodisciplina, primero debes conocer su definición.

La autodisciplina se define como la habilidad de encontrar una razón a la cual apegarse por un largo período de tiempo, incluso si no te agrada del todo. Especialmente si no quieres.

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