Aventura Escandalosa
Damas y Bribones, libro 5
USA Today autora superventas
Amanda Mariel
Es una obra de ficción. Nombres, personajes, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginación del autor o se han utilizado de forma ficticia.
Copyright © 2018 Amanda Mariel
Todos los derechos reservados.
Queda prohibido reproducir y almacenar en sistemas de recuperación de la información parte alguna de esta obra, cualquiera que sea el medio empleado (mecánico, electrónico, fotocopias o grabaciones) sin el permiso por escrito de la editorial.
Publicado por Brook Ridge Press
Índice
Otras Obras de Amanda Mariel
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Extracto
Capítulo 1
Acerca del Autor
Postfacio
Otras Obras de Amanda Mariel
Damas Y Canallas
Planes escandalosos
Intenciones Escandalosas
Redención escandalosa
El Escándalo de la Solitaria
Aventura Escandalosa
Amor legendario
Encantada por el Conde
Cautiva Del Capitán
Atraído por Lady Elianna
El Club de los Condes Picaros
Conde de Grayson
El Conde De Earlmore
Conectada por un beso
Cómo besar a un canalla
Robándole Un Beso A Un Pícaro
El credo de la arquera dama
Georgina
Josephine
Del escándalo al Amor
Quiéreme
Si Es Amor
Creer en el Amor
Destinado a un pícaro
La insensatez de Olivia
Novelas románticas históricas
Un beso encantador
Navidad en los Brazos del Duque
Una cita bajo la luna
Una Navidad Retorcida
Conjunto de libros y antologías
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Prólogo
Inglaterra, 1822
Lady Grace Brighton, hija del Vizconde y de la Vizcondesa de Forton, entró en el salón de baile con el corazón en un puño. Esa noche iba a ser, sin duda, una de las más duras de toda su vida. A los diecisiete años debería estar disfrutando de la temporada, no temiendo lo que iba a pasar. Sin embargo, su destino se había decidido.
Con un temor por todo el cuerpo, Grace se encaminó hacia la terraza. El Señor Lewis Duffield estaría esperándola bajo las ramas de su árbol, el mismo árbol en el que él había grabado las iniciales de ambos hace un par de semanas. La escena le habría inquietado hace un par de noches, pero ahora todo había cambiado. En lugar de mariposas, Grace sintió una desagradable agitación, provocándole un nudo en el estómago.
Recogió sus faldas con sus manos enguantadas mientras se apresuraba alrededor de una columna de mármol, bajó las escaleras y se dirigió hacia el jardín iluminado. Si se retrasaba demasiado, la gente se daría cuenta. Una situación que apenas podría permitirse cuando todo pendía de un hilo. Padre y Madre contaban con ella. No podía decepcionarles, incluso si eso significaba destruir su corazón para honrar su deseo.
La hierba cubierta de rocío humedeció sus zapatos de seda mientras aceleraba su paso por el camino del jardín hacia el viejo tilo. El aire fresco de la noche le rozó la piel y cientos de estrellas brillaron en el cielo, pero el tranquilo entorno no ayudó nada para enfriar sus nervios o aliviar su malestar. Los latidos se hicieron más fuertes a medida que se acercaba a su destino más cerca de Lewis.
Grace disminuyó su desenfrenado ritmo y luchó por mantener la compostura mientras daba sus últimos pasos, que acortaban la distancia entre Lewis y ella. Lo vio iluminado por las antorchas; vio sus ojos brillantes y su reluciente pelo negro cuando salió del camino. El familiar aleteo que experimentaba cada vez que estaba cerca de él volvió a su estómago, pero no consiguió borrar el temor que llenaba su alma.
Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. Mi querida Grace, ven, déjame abrazarte. Oh, Lewis. Olvidando sus obligaciones por un momento, se lanzó a la calidez de su abrazo. Lo que daría por mantenerse a salvo en sus brazos durante toda la eternidad. Incapaz ya de controlar sus emociones, un estremecimiento sacudió sus hombros mientras las primeras lágrimas llenaban sus ojos.
¿Qué ocurre, querida? Lewis acarició su pelo con una reconfortante caricia mientras la abrazaba. ¿Cómo iba a ser capaz de decirle que no podían seguir juntos? Cada parte de su ser negaba ese hecho. Ansiaba huir con él, empezar una vida nueva con el hombre que amaba. Daría casi cualquier cosa por permanecer a su lado, pero no podía echar a su familia a los lobos.
Todo va a ir bien. No hay necesidad de llorar. Lewis continuó con su intento de calmarla. Depositó un suave beso en su frente. Ahora estamos juntos. Estás a salvo.
Ella le había entregado su corazón hace meses y se encontró incapaz de tomarlo de nuevo. A pesar de todo, tenía un deber para con su familia, con los títulos de la familia y con la alta sociedad. Personalmente, a Grace no le importaba nada el título o la alta sociedad, pero no podía afirmar lo mismo sobre sus padres. Vendería su alma para proteger a su familia.
Un escalofrío le recorrió el cuerpo, haciendo que se le pusiese la piel de gallina. Posiblemente acabaría destrozada, pero habría hecho lo correcto por su familia. Tenía que hacerlo. ¿Qué otra opción tenía? Sin ella, caerían en la indigencia. Serían arrojados a las calles de Londres y se desvanecerían en el caos de la gran ciudad. Estarían destinados al olvido de todos y tendrían que arreglárselas sin los medios y sin los conocimientos necesarios para sobrevivir a su nueva y dura realidad. No podía sentenciarlos a tal existencia.