En términos de las tácticas utilizadas, el conflicto ha sido comparado con la Primera Guerra Mundial. Ambos bandos emplearon la guerra de trincheras a gran escala con alambre de púas incluido a través de trincheras, colocación de ametralladoras, cargas de bayoneta y ataques con olas humanas a través de tierra de nadie.
Los combatientes también desplegaron armas quÃmicas como el gas mostaza de los iraquÃes contra las tropas iranÃes. Los iranÃes respondieron de la misma manera.
El siguiente acto tiene a Amir, como Coronel, al mando de una brigada de tanques de la Guardia Republicana durante la primera guerra del Golfo. Fue uno de los pocos sobrevivientes después de que su unidad fuera aniquilada por los americanos.
Considerado un oficial importante en el ejército iraquÃ, Amir sabiamente logró evitar convertirse en un miembro del cÃrculo Ãntimo de Saddam Hussein.
Jake se rascó la cabeza. "Este tipo es duro, experimentado, astuto y competente, sin mencionar despiadado. No estoy seguro de cómo podemos persuadirlo para que libere a la chica, asumiendo que aún está viva".
Tess, reviviendo su experiencia de tratar con Amir, pareció perder su confianza. "Tenemos todo en nuestra contra. Debe haber una manera de llegar a él."
Jake seguÃa leyendo. "Parece que no tiene intención de volver a Irak en un futuro cercano. Probablemente esperará hasta que la guerra termine y las cosas se hayan calmado".
- "Creo que puede permitÃrselo. Aquà dice que es un viejo adinerado, que tiene varias casas en Europa y que también podrÃa estar conectado por todas partes. Me dijo que miembros de su familia han ocupado importantes cargos diplomáticos que se remontan al Imperio Otomano".
Jake tiró de su silla hacia atrás y entrecruzó sus dedos. "Suponiendo que lo encontremos, podrÃamos hacerle entrar en razón y ofrecerle una zanahoria a cambio de la chica." Tess levantó la cabeza de la computadora. "¿Qué quieres decir con zanahoria?"
- "Estoy seguro de que los aliados y el nuevo gobierno iraquà querrán arrestar a los hombres de Saddam, para que puedan responder de sus atrocidades contra su propio pueblo. Tal vez pueda llegar a algún tipo de acuerdo de inmunidad si él coopera".
- "Si sus contactos pueden hacer eso, podrÃa funcionar", observó Tess, "pero recuerdo que ha tenido cuidado de evitar las acciones menos agradables del campamento de Saddam. Puede que no se sienta amenazado porque cree que no ha hecho nada malo".
- "¿Dijo que podrÃa haber estado involucrado en el gaseado de los kurdos?" preguntó Jake. "Puede que nos proporcione alguna ventaja."
Tess estaba abrumada por la tristeza, pensando en cómo Kejal se sacrificó para ayudarla a escapar. "La madre de la niña está muerta; todo depende de si podemos encontrar pruebas de que estuvo involucrado en la masacre, y si se siente culpable por ello."
- "Son muchas suposiciones", observó Jake, "pero es la única ventaja que podemos tener".
Tess se levantó. "Vayamos a Estambul y veamos qué pasa".
Jake se desconectó de la computadora y agregó que necesitarÃan un plan mejor que ese. "¿Qué clase de plan? No tengo ni idea." Salieron de la biblioteca en silencio.
Caminando de regreso a su cuarto, Jake preguntó, "¿Has pensado en lo que vas a hacer con la niña si es liberada?" Tess dejó de caminar. "No he pensado tan lejos todavÃa."
13 - ESTAMBUL
El general Amir Alkan Al-Saadi salió de un majestuoso edificio de oficinas. HabÃa visitado a un amigo que era ministro del gobierno turco. HabÃan discutido la invasión de Irak y las probables consecuencias del conflicto en la región.
Amir despreciaba la ingenuidad de los estadounidenses, la absurda noción de que la llamada democracia serÃa un objetivo deseable en Oriente Medio. Los árabes nunca tuvieron democracia. A lo largo de la historia, el culto al lÃder poderoso habÃa sido grabado en ellos. Simplemente no veÃa cómo cualquier otro enfoque polÃtico serÃa deseable o aceptable para las sociedades tribales con costumbres y actitudes muy alejadas del mundo moderno.
La historia de Irak definió la turbulencia y la interferencia de las potencias occidentales. En 1920, Irak se convirtió en un mandato de la Sociedad de Naciones bajo control británico. Los británicos establecieron al rey hachemita, Faisal I de Irak, que habÃa sido forzado a salir de Siria por los franceses, como su cliente gobernante. Las autoridades británicas colocaron a determinadas élites árabes sunitas en puestos gubernamentales y ministeriales.
Gran Bretaña concedió la independencia al Reino de Irak en 1932. Una sucesión de Reyes débiles siguió hasta 1941 cuando un golpe de Estado derrocó al gobierno. Durante la posterior guerra anglo-iraquÃ, los británicos (que aún mantenÃan bases aéreas en Irak) invadieron Irak por temor a que el nuevo gobierno, con sus vÃnculos con las potencias del Eje, pudiera cortar el suministro de petróleo a las naciones occidentales.
Sobre la restauración de la monarquÃa de Hashemite, siguió una ocupación militar. La ocupación terminó en 1947, aunque Gran Bretaña debÃa mantener bases militares en Irak hasta 1954. Siguió una sucesión de Primeros Ministros autocráticos durante la ocupación.
En 1958, otro golpe de estado acabó con la monarquÃa. En julio de 1979, la sucesión de generales gobernantes terminó cuando el general Saddam Hussein tomó el poder. Desde entonces, Irak se ha mantenido unido como nación con su puño de hierro. Al igual que los británicos, aseguró la dominación de los sunitas en el gobierno y reprimió a la mayorÃa de los chiÃtas y kurdos. Estos tres pueblos no pueden trabajar juntos. Se ven obligados a coexistir en un paÃs artificial.
Ahora que Irak ha sido conquistado por la Coalición Aliada, tendrá que ser gobernado. En su opinión, Amir temÃa que la tarea no fuera fácil. TenÃa poca fe en que un sucesor competente de Saddam estuviera disponible. La situación no auguraba nada bueno.
Anticipándose a lo peor, Amir habÃa sacado las reliquias familiares más importantes de la casa en Irak, y las habÃa distribuido entre sus casas en Estambul, ParÃs y Londres. Estaba dispuesto a pasar desapercibido hasta que hubiera una indicación clara de cómo se desarrollarÃan las cosas en Irak.
Debido a su influencia, obtuvo garantÃas de las autoridades turcas de que serÃa bienvenido a permanecer en el paÃs. Después de todo, varios de sus antepasados habÃan sido generales y ministros del Imperio Otomano, y su familia habÃa sido propietaria de una mansión en el Bósforo durante doscientos años.
El coche de Amir llegó a la mansión y despidió al conductor. Caminó por la casa hacia el jardÃn, hacia una mujer y una niña leyendo un libro. La chica lo vio y corrió hacia él riéndose con deleite. "¡TÃo Amir!"
La recogió y recibió un abrazo de la chica. "Te he echado de menos, tÃo Amir", dijo ella. ¿Te vas a quedar?"
Amir besó a la niña en la mejilla y la giró en una pirueta, provocando risitas de deleite. La llevó adentro y le mostró algunos juguetes que le habÃa comprado.
La chica saltó de sus brazos y empezó a abrir los regalos. Mientras estaba ocupada, Amir volvió al jardÃn y se encontró con el jefe de sus guardias. Inspeccionaron los terrenos, caminaron alrededor de una valla ornamentada en el perÃmetro de la propiedad y discutieron los arreglos de seguridad, mantenimiento y asuntos de rutina.