Anda Pallina, no hagas así, todos pasamos momentos terribles, todos pensamos al menos una vez de terminar con todo, que no vale la pena vivir. Pero te olvidas de los cornettos de Mondi, la pizza de Baffetto, los helados de Giovanni? Pallina sonríe, se seca las lágrimas con la muñeca, respirando profundo.
Yo también, hace tanto tiempo, cuando termine con ese estupido de Marco pensé que moriría, que no podía mas, que no había otra razón valida para vivir. Pero me recupere, tu me ayudaste, me sacaste a pasear, encontré a Step. Claro, ahora quisiera golpearlo a el y su modo de ser, pero es mejor no?
Se echan a reír. Pallina sollozando aun. Babi le da un pañuelo para secarse. Pero desde ese día algo comenzó a cambiar. Se llamaban cada vez menos y aquellas veces no han tenido tampoco muchas cosas que decirse.
Quizás porque dejarse ver muy débil por un amigo después te hace sentirte en dificultad. Quizás porque pensamos siempre que nuestro dolor es único, personal, como todo eso que lo resguarda.
Nadie puede amar como amamos nosotros, nadie sufre como sufrimos nosotros. Ese dolor de barriga, justamente, lo tengo yo, no tu. Quizás Pallina nunca le había perdonado de ir a la fiesta con Step. Step, que si esa noche hubiese estado en las carreras, no le hubiera permitido a Pollo competir, Step que lo habría salvado, que no le hubiera permitido morir, Step que era su ángel de la guarda. Babi mira el regalo. Quizás hay otras razones, mas escondidas, más difíciles de entender. La debería llamar. En navidad todos son más buenos.
Babi! Es la voz de Raffaella. Llamaría a Pallina mas tarde.
Si, mama?
Puedes venir un momento ve quien esta?
Alfredo esta ahí, parado en la puerta.
Hola.
Babi se pone ligeramente roja. En eso no ha cambiado. Mientras va a saludar se da cuenta ella también. Quizás, en esto, nunca cambiaria. Alfredo trata de sacarle conversación.
Hace calor aquí adentro.
Si. Dice Babi sonriendo.
La madre los deja solos.
Quieres ir a ver la muestra de los pesebres en la plaza del Popolo?
Si, espera que me ponga algo. Aquí hace calor, pero afuera debe ser frío
Se sonríen. El le aprieta la mano. Ella lo mira cómplice. Después va hacia allá. Que extraño, viven desde hace tantos años en ese mismo complejo y no se habían conocido antes.
Sabes, yo he estudiado mucho este tiempo, preparando mi tesis, y bueno terminamos mi novia y yo.
Yo también.
También estas preparando la tesis? le sonríe el.
No, termine con mi novio.
En realidad Step todavía no lo sabia, pero ella lo había decidido. Una decisión difícil, llena de peleas, de discusiones, de problemas con sus padres y, en el fondo, porque no?, también de Alfredo.
Babi se mete la chaqueta. Atraviesa el corredor. Justo en ese momento suena el teléfono. Babi se queda un momento viéndolo. Un timbre, dos. Raffaella va a responder.
Si?
Babi se queda cerca, la mira curiosa, preocupada, preguntándole con la mirada si es para ella. Raffaella niega dulcemente con la cabeza, cobre el teléfono con la mano.
Es para mi anda. Anda
Babi se despide tranquila, palabras frágiles como su beso.
Yo regreso mas tarde.
Raffaella la mira salir, con una sonrisa cambia el saludo educado de Alfredo. La puerta se cierra.
Alo? No, lo siento, Babi salio. No, no se cuando regresa.
Babi cuelga el teléfono. Se pregunta si salio de verdad. Si le habría dicho. Solo en ese sofá, recordando, cerca de un teléfono mudo, sin esperanza. Días felices pasados, sonrisas, días de amor y de sol. Lentamente la imagina mas cercana a el, entre sus brazos, justo en ese sofá, así como esta.
Ilusiones de un momento, violentos segundos de pasión. Después se siente aun mas solo, vaciado también de orgullo. Mas tarde, caminando entre la gente, mira carros de parejas felices, en el trafico festivo, con los asientos llenos de cosas. Sonríe. Es difícil manejar cuando ella se abraza a ti, cuando quieres meter por fuerza las velocidades y no es capaz, cuando tienes una sola mano para girar el volante y, al mismo tiempo, para amar.
Continua a caminar entre falsos Santa Claus y olores de castañas asadas, entre policías pitando y gente con paquetes, buscando sus cabellos, su perfume, la confunde con otra que camina veloz y esta obligado a calmar a su corazón desilusionado.
En Vigna Stelluti, un día lleno de risas. Step la carga como a una niña, besándola frente a los ojos de todos, admirados por esa diversidad. Después entra en Euclide, la apoya delicadamente en la barra y la gente mirándola lo escucha ordenar: Un pastel de crema para mi pequeña. Poco después de nuevo afuera, en la calle, ella en los brazos de el, entre la gente normal, diferente. Una pareja los mira. La chica sonríe a si misma deseando a alguien así, exagerado y loco. Después piensa en su débil novio, en la dieta que no ha iniciado, que comenzara el lunes.
Los padres de Babi, viéndola en los brazos de Step, le corren a su encuentro preocupados.
Que te paso? Te caíste de la moto? Te lastimaste?
No mama, estoy muy bien. Así la ven alejarse, preguntándose un porque. Personas que siempre buscan razones, ese día regresan a casa con las manos vacías.
Alguno le tropieza, ni se da cuenta que es una bella chica. Donde sea ve recuerdos. Las camisas iguales que se compraron, el un extralargo, ella una tierna mediana.
Verano. El concurso de la miss en el Argentario. Babi ha participado por bromear, el ha tomado muy en serio un comentario sincero de uno. Oh, mira a ella, que culo mas espectacular. Y rápido inicio una riña.
Sonríe. Fue botado de la discoteca, no pudo verla ganar. Cuantas veces hizo el amor con Miss Argentarios. De noche en Villa Glori, debajo de la cruz a los caídos, sobre ese banco escondido detrás de un arbusto, sobre la ciudad. Sus suspiros besados por la luna. En el carro, esa vez que la policía ha interrumpido sus besos furtivos y ella molestada ha dado sus documentos. Step se despidió de los policías, una vez que estaban lejos, con un divertido Envidiosos!.
Recuerda esa red llena de huecos. Ayudarla a subir de noche, abrazarla cerca, amarse miedosos sobre ese banco, entre rugidos de bestias feroces y gritos de pájaros escondidos. Ellos, tan libres en ese zoológico lleno de prisioneros.
Se dice que cuando mueres ves en un segundo pasar frente a ti los momentos mas significativos de tu vida. Ahora Step trata de alejar todos esos recuerdos, esos pensamientos, ese dulce sufrimiento. Pero de repente entiende. Es todo inútil. Todo termino.
Continúa a caminar por un poco. Se encuentra casi por casualidad en la moto. Decide ir a casa de Schello. Sus amigos están todos ahí para festejar la navidad.
Sus amigos. Cuando la puerta se abre tiene una extraña sensación.
Hey! Hola Step! Hace una vida que no te veía. Feliz navidad. Estamos jugando cartas. Quieres jugar?
No, prefiero ver. Tienes cerveza?
El Siciliano le pasa una ya abierta.
Se sonríen. Ya se volvió agua. Toma un trago. Después se sienta en un escalón. La televisión esta prendida. En un programa navideño, los concursantes con ropas coloridas juegan a un estupido juego. Un presentador aun mas estupido se tarda mucho explicando lo que sucederá. Pierde interés. De un stereo escondido en alguna parte llega la música. La cerveza esta fría y lo calienta rápido. Sus amigos están todos vestidos bien, o esos tratan. Chaquetas azules un poco largas sobre un par de jeans.
Esta es su elegancia. Alguno usa un traje, otro un par de pantalones un poco estrechos. De repente recuerda el funeral de Pollo. Estaban todos ellos y muchos mas. Vestidos mejor, con un aire más serio. Ahora ríen, bromean, se lanzan cosas y cartas, comiendo gruesos pedazos de dulces. Aquel día todos tenían lágrimas en los ojos. Un adiós a un amigo verdadero, un adiós sincero, conmovido, del lo mas profundo del corazón. Los recuerda en esa iglesia, con los músculos sufriendo, en camisas muy estrechas, con caras serias, siguiendo lo que predicaba el padre, saliendo en silencio. En el fondo, chicas escapadas de la escuela llorando.
Amigas de Pallina, compañeras de veladas, de salidas nocturnas, de cervezas en el bar. Ese día todos sufrieron de verdad. Cada lágrima fue sincera. Escondidas detrás de Ray-Ban, Web, lentes normales u oscuros Persol, sus miradas se volvieron lucidas mirando ese Adios Pollo hecho de crisantemas rosadas. Firmado Los amigos. Dios como me hace falta. Su mirada se vuelve lucida por un momento. Encuentra una sonrisa. Es Madda. Esta en una esquina abrazada con un tipo que Step ha visto a seguido en el gimnasio.
Le sonríe después mira a otro lugar.
Step bebe otro poco de cerveza. Le hace mucha falta Pollo.
Aquella vez frente al Gilda cuando estaban pretendiendo ser los valet, consiguieron un Ferrari con teléfono. Dieron vueltas toda la noche, llamando a todos, a amigos en America, a mujeres apenas conocidas, insultando a padres todavía somnolientos. Y Aquella ve cuando fueron a regresarle el perro a la Giacci. Y Pollo que no quería devolverlo.
Pero me acerque mucho a Arnold. Este perro es genial. Porque se lo debo dar a esa vieja mala? Estoy seguro que, si pudiese elegir, Arnold se quedaría conmigo. Coño, no se había divertido tanto así en su vida, lo hacia cavar todos los días, dormir conmigo, come fabuloso, que mas puede querer?
Si, pero nunca lo enseñaste a regresar las cosas
Me bastaba otra semana y lo lograba, estoy seguro.
Step ríe, después llamaron por el intercomunicador a la Giacci. Le dejaron el perro amarrado al portón con la correa en el cuello. Se escondieron cerca, detrás de un carro. Vieron a la Giacci bajar corriendo por el portón, liberar el perro y abrazarlos. Se pone a llorar apretándolo contra el pecho. Después, lo increíble.
La Giacci le quita le quita al perro la corra y lo lanza lejos. Arnold salta al suelo, corre veloz, ladrando como un loco. Poco después regresa con la Giacci con la cuerda en la boca, meneando la cola, orgulloso de su labor perfecta. Pollo no aguanta mas. Salta fuera del carro gritando de alegría: Lo sabia! Coño lo sabia! Lo lograría!
Pollo quiere tener de nuevo a Arnold. La Giacci grita como una loca corriendo hacia ellos, el perro continua a mirar sus dos extraños dueños. Step carga al amigo a la moto, halándolo por un brazo. Y después corren, huyendo veloces, gritando como miles otras veces. De día, se noche sin pensar, gritando hasta perder el aliento, dueños de todo, dueños de la vida. Y esta consideración le hace aun mas daño. Se sentían inmortales, y no lo eran.
Como estas?
Step se voltea. Es Madda. Su sonrisa escondida por el borde de un vaso lleno de burbujas vacías, sus cabellos eléctricos como su mirada.
Quieres? Step alza su cerveza.
Ah. Madda esta desilusionada pero trata de esconderlo. Que haces esta noche? Donde cenas? Se le acerca mas.
Todavía no se, no he decidido.
Porque no te quedas aquí? Estamos todos juntos. Como en los viejos tiempos, anda!
Step la mira por un momento. Cuantas noches, cuanta pasión. Las carreras junto a ella, su jardín, la ventana, su cuerpo calido, fresco, las canciones de Eros. Esa mirada provocativa, lo mismo que ese momento. Step la mira por otro segundo. Ve un chico en el fondo que lo mira curioso, molesto, preguntándose si debería intervenir. Ve una chica aun mas lejano, en cualquier parte, en esa ciudad, en un carro, en una fiesta, cerca de algún otro. Se pregunta como es posible. Quizás todo esta aquí en mi corazón. Step pasa las manos por el cabello de Madda. Niega con la cabeza sonriéndole.
Ella alza los hombros.
Que malo.
Madda regresa con el tipo de la mirada dura. Cuando se voltea, Step no esta mas. Sobre el escalón esta solo la lata de cerveza vacía. El sonido del stereo cubre la puerta que se cierra. Fuera ahora hace frío. Step cierra bien la chaqueta de piel. Se sube el cuello de la chaqueta para cubrirse. Después casi si quererlo prende la moto. Cuando la apaga esta debajo del complejo de Babi. Se queda ahí sentado sobre la Honda, mirando a la gente que pasa, rápida, llena de regalos. Un chico y una chico agarrados de la mano fingen interés por algo detrás de una vitrina. Sus regales están seguramente en casa, ya envueltos. Ríen seguros de haber elegido bien y se van dejándole el puesto a una madre con su hija, misma nariz pero diferente edad. Fiore sale de la caseta, da algunos pases frente al portón y saluda a Step con la mano. Después sin decir nada regresar al calor. Step se pregunta si sabrá. Que tonto. Los porteros saben siempre todo. La habrá visto de seguro. Conocerá por persona eso que yo supe por teléfono.
Alo?
Hola.
Se queda un momento en silencio, sin saber que decir, dejando libre su corazón desenfrenado. Desde hace dos meses que no late así. Después la pregunta mas predecible: Como estas?
Después miles otras, llenas de entusiasmo. Lentamente perderlo todo, en sus palabras inútiles, llenas de noticias citadinas, de novedades viejas de interés, al menos para el. Porque ha llamado? Escucha su inútil hablar haciéndose cada momento esa pregunta. Porque ha llamado? Después repentinamente lo sabe.
Step esto saliendo con otro.
Se queda en silencio, golpeando como nunca lo ha sido en su vida, mas de mil puños, heridas, caídas, cabezazos en la cara, mordidas, de mechones de cabellos suelos. Entonces haciendo fuerzas busca su voz, la consigue ahí, en el fondo del corazón y la obliga a venir fuera, a controlarse.
Espero que seas feliz.
Después nada mas, el silencio. El teléfono mudo. No puede ser. Es una pesadilla. Quiere correr atrás en el tiempo, y allí, poco antes de haberlo sabido, detenerse, sin tener que vivir, sin tener que seguir adelante. En un mágico, terrible equilibrio. Solo en la cama, prisionero de su mente, de hipótesis, de ideas vagas sin sentido. Caras de personas vistas, de posibles amantes aparecen y se mezclan entre ellos combinando narices, ojos, bocas, cuerpos. Se imagina ella entre los brazos de algún otro. Su cara, cerca de aquella de uno imaginario pero en realidad bien existente. Entonces la ve sonreír. Cual habrá sido su primer acercamiento, su primer beso. La imagina en casa preparándose nerviosa antes de salir, probándose ropas, combinando colores, llena de entusiasmo, de novedad. Siente el corazón de ella batir mas feliz con el sonido del intercomunicador. La ve salir del portón bella, como ha estado tantas veces para el, mas bella aun porque ahora no lo es mas. La ve subir en un carro seguramente rico, saludar a alguien divertida con un beso en la mejilla y alejarse con el, charlando. Frescos y felices, llenos de cosas fáciles de decirse, saboreando el perfume del otro y fantasías comunes. Y después una cena de miradas y atenciones, de sonrisas, educación, una cena mas bien escena. Mas tarde la ve pasear por cualquier parte de la ciudad, lejos de el, de su vida, de miles recuerdos. La ve arreglarse sus cabellos como siempre ha hecho pero ahora por otro, mira que le sonríe y lentamente sus labios se acercan. Ahora como nunca sufre. Después se pregunta. Porque si hay un Dios, lo permitió? Porque no la detuvo? Porque en ese momento no le hizo ver algo de mi, algo esplendido, el recuerdo mas bello? Alguna cosa que no pudiese darle vida a un futuro diferente, muy tarde, a ese beso ahora vivo.