Федерико Моччиа - Tres Metros Sobre El Cielo стр 39.

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No voy. Tiene una voz fría y molesta.

Porque? Prepare todo. Hasta me puse el delantal que me regalaste. Miente Step.

Llamo la señora Mariani. Se le desapareció un collar de oro con brillantes. Me culpo a mí. No me llames mas.

Babi corta. Poco después, Step esta en casa de Pollo.

Quien coño pudo haber sido? Te das cuenta? Bellos amigos de mierda.

Dale Step no digas así! Cuantas veces ha pasado que vamos a casa de alguien y robamos cosas. Prácticamente en cada fiesta.

Si, pero nunca en casa de la novia de uno de nosotros!

No era la casa de Babi

No, pero ella estaba involucrada. Debes ayudarme a hacer una lista de quienes estaban Step agarra un pedazo de papel. Después comienza a buscar frenético un lápiz. Pero no hay nada para escribir aquí

No lo necesitas. Yo se quien agarro el collar.

Quien?

Entonces Pollo dice un nombre, el único que Step nunca hubiera querido escuchar. El Siciliano.

Step maneja su moto en la noche. No quiso ser acompañado por Pollo. Esa es una cuestión entre el y El Siciliano. Ningún otro. Esta vez no es tarea de simples flexiones. Esta vez es una historia mas complicada.

La sonrisa del Siciliano no promete nada bueno.

Hola Siciliano. Escucha, no quiero pelear.

Un puño golpea a Step en plena cara. Step tropieza hacia atrás. Esto no se lo esperaba. Adelanta la cabeza para recuperarse. El Siciliano va hacia el. Step lo para con una patada derecha. Después, mientras recupera el aliento, piensa en la cena que preparo, en el delantal de flores y en cuanto hubiera querido que esa velada hubiera sido diferente. Una noche tranquila, en casa, con su chica entre los brazos. Pero no. El Siciliano esta ahí, frente a el, en posición. Con las dos manos le da la señal de avanzar.

Ven anda, ven acá.

Step agita la cabeza y respira profundamente.

Coño, no se porque, pero mis sueños nunca se cumplen.

Justo en ese momento el Siciliano va hacia el. Step esta preparado esta vez. Esquiva de lado, lo golpea en la cara con un directo potente y exacto. Debajo de su puño siente la nariz moverse. Las cejas se unen adoloridas. Entonces ve su cara, esa mueca, el labio inferior que saborea su propia sangre. Lo ve sonreír y en ese momento entiende que todo iba a ser muy difícil.

Babi esta sentada en el sofá. Mira sin ganas la televisión saboreando un jugo cuando suenan a la puerta.

Quien es?

Yo.

Step esta frente a ella. Tiene los cabellos alborotados, la camisa arrugada y la ceja derecha todavía sangrando.

Que te paso?

Nada. Solo recupere esta alza la mano derecha. El collar de oro de la señora Mariana esta ahí brillando en la penumbra de las escaleras. Ahora puedes venir a la cena?

Babi, después de haber restituido el collar a la señora e inevitablemente haber perdido el puesto de niñera, se deja llevar por Step a su casa. Pero cuando abren la puerta tienen una terrible sorpresa. En la mesa en el centro de la sala iluminada por una romántica vela, esta Manuela. Paolo llega poco después de la cocina. Lleva la macedonia preparada por Step y, como si no bastara, usa el delantal de flores que le regalo Babi.

Hola Step. Disculpa pero llame, nadie respondió. Entonces vinimos a la casa, esperamos un poco, pero eran las diez entonces pensamos: quizás no vendrán. Y comenzamos a comer, verdad?

Busca el consentimiento de Manuela, que asienta y da una sonrisa. Step mira su plato. Todavía hay pedazos de su ensalada con aguacate.

Y ya la terminaron, por lo que veo. Bueno, como estaba la cena? Al menos estaba buena?

Buenisima. Manuela parece sincera. Después se calla rápido. Entendió que es una de esas preguntas que no quieren respuesta.

Buen, Paolo préstame el carro anda, que vamos a ver que comemos afuera.

Paolo pone la macedonia en la mesa.

Pero

Que cosa? Ni lo intentes, eh? Te comiste todas mis cosas, te terminaste la ensalada que prepare con mis manos toda la tarde, y me vas a venir con cuentos?

Paolo saca afuera las llaves del bolsillo y las abandona en las manos del hermano con un tímido Ve lento, ok?

Step va saliendo.

Por cierto, te compre tus biscochos de mantequilla. Si quieres también un postre, están en el armario de la cocina.

Paolo le da una sonrisa, pero sus pensamientos ahora son todos para su carro Golf gris metalizado y lo que le pasaría.

Step y Babi van a comer crepes calientes cerca de la Pirámide. Después, tomando felices tragos de cerveza, descartan la idea de regresar a su casa. A Babi le incomoda porque esta su hermano. Entonces Step, maldiciendo a Paolo y la estupida de su novia, gira hacia la derecha para un lugar llamado Gianicolo. Se estacionan cerca de los jardines, entre otros carros con vidrios ya empañados de amor, llenos de pasiones desenfrenadas, de ese incomodo placer realizado con apuros. Frente a ellos, lejos, la ciudad se esta durmiendo.

Mas cerca, a los pies de un muro, algunos muchachos se pasan una ilegal probada de alegría momentánea. Step cambia la estación de la radio. 92.70. La radio romántica. Se alarga hacia ella y comienza a besarla. Después lentamente esta encima. Maldice el dolor de su espalda, del esternon golpeado, de las caderas que probaron los golpes del Siciliano. Ese fresco deseo borra los dolores. Besos apasionados superan dificultades mecánicas. El freno de mano se vuelve indispensable, la rueda del espaldar orgullosa. Step siente su piel suave y perfumada. Su respiración se vuelve irregular de pasión. Intenta de nuevo a bajar más el asiento. Nada que hacer, esta bloqueado. Entonces, mientras que con la mano derecha gira la rueda hacia abajo, pone un pie debajo del asiento y empuja con toda su fuerza. Se escucha un crac, un sonido seco. El espaldar baja de golpe, Babi con el y el con ella, riendo sin pensar en nada mas, mucho menos a Paolo, en su cara molesta, en su carro metalizado. Cada uno se adueña de los pantalones del otro, casi como una competencia, un duelo sensual. Después Babi se adelanta, inexperta y apenada, cierra los ojos y al final abrazándolo se emociona por su lograr su tierna victoria personal. Cuando se da cuenta que Step quiere ir aun mas adelante, lo detiene.

No, que haces?

Nada. Estaba intentando.

Babi lo aleja un poco molesta.

Pero aquí, en el carro? Mi primera vez debe ser una cosa bellísima, un lugar romántico con el perfume de las flores, la luna.

Aquí esta la luna. Step abre un poco el techo. Ves, un poco cubierta pero esta. Y siente Aspira hondo. Esta lleno de flores acá alrededor. Que falta? Es romántico, anda. Hasta tenemos Tele Radio Stereo. Es perfecto!

Babi se echa a reír.

Yo quería decir otra cosa. Mira el reloj. Es tardísimo. Si regresan mis padres y no me consiguen termino de nuevo castigada! Anda apurémonos.

Se arreglan sus jeans y después tratan juntos de arreglar el asiento de Babi. Nada que hacer. Regresan riendo con el espaldar roto. Cada vez que acelera, Babi termina siempre abajo. Pensando en todo eso que podría decir su hermano. Que noche con este final quizás, se volvió una comedia dramática. Acompaña a Babi hasta la puerta y se despide. Maneja veloz en la noche recordando esa romantica abstinencia y ese perfume de los suspiros de ella que le queda entre sus manos.

Pero donde estabas? Te espero desde hace una hora, debo llevar a Manuela a su casa.

Paolo esta ya nervioso. Imagina como se pondría si le hubiera dicho lo del asiento.

Podias agarrar la moto, como ahora agarras todas mis cosas.

Paolo no ríe para nada y se encierra en la sala con Manuela.

Step va al cuarto, se quita la ropa y se mete en la cama. Apaga la luz. Esta destruido. De la sala llegan voces. Trata de escuchar mejor. Son Paolo y Manuela. Están discutiendo algo. La voz de su hermano es repetitiva y fastidiosa.

Dime la verdad. Quiero saber la verdad.

Ya te la dije.

Te dije que me dijeras la verdad.

Esa es, te lo juro.

Te lo pido por la ultima vez. Dime la verdad, quiero saber la verdad.

Te juro que te he dicho todo. Manuela también parece bastante segura. En la oscuridad del cuarto Step mueve la cabeza. No se si son peores los golpes del Siciliano o las discusiones de mi hermano. Quien sabe que querrá saber Paolo, igual Manuela no se lo dirá nunca. Una cosa es segura. La única gran verdad es que Manuela regresara a casa sentada en el asiento malo. Y con ese pensamiento, Step se duerme divertido.

Babi esta en Fregene con toda su clase. Están festejando el día libre que les dieron. Terminaron de comer hace un rato y se pusieron a pasear en la playa. Algunas de sus amigas juegan a roba-bandera. Ella esta sentada sobre un banco hablando con Pallina. Después lo ve. Va hacia ella con esa sonrisa, esos lentes oscuros y esa chaqueta. A Babi le salta el corazón. Pallina se da cuenta rápido.

Hey, no mueras, eh?

Babi le sonríe después corre a encontrar con Step. Se va con el, sin preguntarle como hizo para conseguirla, donde la está llevando. Se despidió de sus compañeras con un adios distraído. Algunas de ellas dejan de jugar y la siguen con la mirada. Envidiosas y soñadoras, deseosas de estar en su puesto, abrazadas a Step, a 10 con honores. Después la chica del centro llama fuerte. Numero siete! dos de ellas arrancan en la arena, corriendo hacia ella. Se para una frente a la otra, con los brazos alargados, mirándose a los ojos, retándose sonrientes. De repente ese pequeño pañuelo blanco suspendido en el aire se vuelve su único pensamiento.

Cuando llegan frente a la moto, Babi lo mira curiosa.

Adonde vamos?

Es una sorpresa. Step va detrás de ella y saca fuera del bolsillo la bandana azul que le robo y le cubre los ojos.

No hagas trampa no debes ver.

Ella se lo arregla mejor, divertida.

Hey, este pañuelo me parece conocido después le pasa un audífono de su Sony y parten juntos abrazados escuchando las notas de Tiziano Ferro.

Mas tarde Babi se mantiene abrazada detrás de el, con la cabeza apoyada sobre su espalda y los ojos cubiertos por la bandana. Siente como si volara, un viento fresco acaricia sus cabellos y un olor de humedad perfuma el aire. Hace cuanto salieron? Trata de calcular el tiempo del CD que esta escuchando. Entonces lleva casi una hora que están viajando. Pero hacia donde vamos?

Falta mucho?

Ya casi llegamos. Estas viendo?

No.

Babi sonríe y se apoya de nuevo a su espalda, apretándolo fuerte. Enamorada. Acelera dulcemente y va hacia la derecha, arriba por la subida preguntándose si ella ha entendido.

Aquí, ya llegamos. No, te quites la bandana. Esperame aquí.

Babi trata de entender donde esta. Sigue siendo de tarde. Siente un sonido lejano, repetitivo y ahogado, pero no entiende de qué se trata. Por un momento, escucha un ruido más fuerte, como si algo hubiera sido golpeado.

Aquí esta. Step la agarra por la mano.

Que paso?

Nada. Sígueme. Babi temerosa se deja llevar. Ahora el viento paro, el aire se volvió mas fría, pareciera casi húmeda. Su pierna se tropieza con algo.

Ay.

No es nada.

Como que no es nada. Es mi pierna!

Step se echa a reír.

Y siempre te la golpeas. Quédate quieta aquí. Step la abandona por un momento. La mano de Babi se queda sola, suspendida en el vacío.

No me sueltes

Estoy aquí cerca de ti.

Después un fuerte sonido continuo, mecánico, como madera. Una ventana que se alza. Step le quita dulcemente la bandana. Babi abre los ojos y de repente todo aparece.

El mar en el horizonte brilla frente a ella. Un sol caliente y rojo parece sonreírle. Esta en una casa. Sale afuera, debajo de la ventana alzada, hacia la terraza. Abajo a la derecha reposa romántica la playa del primer beso de ellos. A lo lejos sus colinas preferidas, su mar, los lugares conocidos: PortErcole. Un pelicano le pasa cerca. Babi mira alrededor emocionada. Ese mar plateado, la arena amarilla, los arbustos verdes oscuros, esa casa solitaria sobre las rocas. Su casa, la casa de sus sueños. Y ella esta ahí, con el, y no esta soñando. Step la abraza.

Estas feliz? ella le indica que si con la cabeza. Después abre los ojos. Mojados y soñadores de pequeñas lágrimas transparentes, lucidas de amor, bellísimas. El la mira.

Que pasa?

Tengo miedo.

De que?

Que nunca volveré a ser tan feliz como ahora

Después, loca de amor, lo besa de nuevo en medio de ese hermoso horizonte.

Vente, entremos.

Se ponen a dar vueltas por esa casa desconocida, abriendo cuartos, inventando historias de cada habitación, imaginándose como si fueran los propietarios.

Levantan todas las ventanas, consiguen un gran Stereo y lo prende. Aquí también se escucha Tele Radio Stereo. Ríen. Giran por esa casa abriendo las gavetas, revelando los secretos, divirtiéndose juntos. Separados, se llaman cada tanto para mostrarse hasta el descubrimiento más pequeño y todo parece mágico, importante, increíble.

Step saca el baúl de la moto y entra de nuevo en la casa. Poco después la llama. Babi entra en el cuarto. La gran ventana da hacia el mar. El sol ahora parece que estuviera guiñando un ojo. Esta desapareciendo en silencio detrás del horizonte lejano. Ese ultimo rayo educado pinta de rosado las nubes suaves esparcidas mas en lo alto. Su reflejo casi dormido corre por una línea dorada. Atravesando el mar para apagarse sobre las paredes de ese cuarto, entre sus cabellos, sobre sabanas nuevas, apenas puestas.

Las compre yo, te gustan? Babi no responde. Mira alrededor. Un pequeño mazo de rosas rojas reposa en un vaso cerca de la cama. Step trata de echar broma. Juro que no las compre en el semáforo

Step abre el baúl.

Y voila!

Adentro esta hielo derretido y algunos cubos todavía flotando. Step saca fuera una botella de champaña con dos copas envueltas con un periódico.

Para no romperlas. Explica. Después del bolsillo de la chaqueta saca una pequeña radio.

No sabia si había.

La prende, la sintoniza en la misma frecuencia del stereo de la casa y la pone sobre la mesa de noche.

Un pequeño eco de la canción Ciertas noches se esparce por el cuarto.

Pareciera casi hecho a propósito sobretodo si estamos por anochecer

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